María del Carmen de la Fuente y Xavier Loza serán los directores de la Fundació Migra Studium y de la Fundació La Vinya, respectivamente. Ambas instituciones forman parte del Sector Social de la Compañía de Jesús. Los nombramientos han sido aprobados recientemente por los patronatos de estas fundaciones, aunque los nuevos directores no se incorporarán en su cargo hasta finalizar este curso.
María del Carmen de la Fuente (Barcelona, 1975) es licenciada en Sociología por la Universitat de Barcelona (UB) y Máster en Dirección y Gestión de entidades no lucativas (ESADE). Durante los últimos 10 años ha sido la directora de la Fundació La Vinya y también es coordinadora de la Comisión de Formación del Sector Social de la Compañía de Jesús en España. Tomará ahora el relevo del jesuita Luís Muñoz en la dirección de Migra Studium, institución ubicada en Barcelona que trabaja en el ámbito de las migraciones a través de diferentes proyectos, como la acogida linguística para personas inmigrantes, la formación laboral, el refuerzo escolar para infancia en riesgo de exclusión, el diálogo entre religiones o el grupo de visitas al Centro de Internamiento de Estrangeros (CIE) de Barcelona, entre otros. Migra Studium forma parte de la red de instituciones del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM-E).
Por su parte, la dirección de la Fundació La Vinya será ocupada por Xavier Loza (Barcelona, 1984), quién ya estaba trabajando en este centro desde el año 2010 como responsable de las actividades de infancia y miembro del equipo directivo. Loza es licenciado en Biología por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y Máster en Dirección y Gestión de entidades no lucativas (ESADE). En los barrios de Bellvitge y El Gornal de la ciudad de L'Hospitalet del Llobregat, la Vinya trabaja para atender a personas en riesgo social. Una de sus actividades principales es la atención a la infancia a través del refuerzo escolar y las actividades de educación en el tiempo libre, como el esplai o las colonias de verano. El centro cuenta con un programa de atención y acompañamiento a las personas mayores, así como talleres de alfabetización y formativos. Por otro lado, también dispone de un equipo de voluntarias y voluntarios que atienden a personas del barrio privadas de libertad, llevando a cabo visitas periódicas a centros penitenciarios. La Fundació La Vinya también lleva a cabo la distribución de alimentos, con el que atiende a unas 450 familias.