CaixaForum Barcelona acoge hasta el 30 de agosto la exposición fotográfica itinerante "Somos migrantes", un viaje al drama de miles de personas que cruzan fronteras en busca de una vida mejor y que pone el énfasis en la situación de los inmigrantes en la frontera Sur, en Melilla, y en la que separa Méjico de los EEUU.
La exposición está organizada por Cáritas Diocesana de Barcelona, Entreculturas, el Servicio Jesuita a Migrantes de España-MigraStudium, el Servicio Jesuita a Migrantes de México, y la Delegación de Pastoral Social del Arzobispado de Barcelona. Para el delegado de los jesuitas en Cataluña, Llorenç Puig, la importancia de iniciativas como esta es la posibilidad que ofrecen de fijar la mirada en una realidad que sabemos que existe, pero que nos puede quedar lejana y abstracta. Por este motivo nos invita a “dejarnos impactar” por estas imágenes y reflexiones.
Más de un millón de personas mexicanas y más de 300.000 centroamericanas intentan cruzar cada año la frontera entre México y los EE.UU. Sólo un 15% lo consigue. La valla que separa el continente africano con Europa (conocida como el Muro de la muerte), en Melilla, tiene seis metros de altura y está revestida con hojas afiladas. Actualmente, en el mundo son más de 40.000 las personas que, desde el año 2.000, han perdido la vida buscando oportunidades de futuro mejores en países del Norte. Esta cifra es de 3.000 (desde enero de 2014 hasta septiembre) en el caso de las que intentaron llegar a Europa desde el Mediterráneo, la vía más peligrosa. El hambre, la falta de oportunidades y los graves conflictos que sufren en sus países de origen las impulsan a huir.
La muestra "Somos migrantes" también quiere recordarnos, a través de imágenes sobrecogedoras, que el hecho de tomar la decisión de emigrar a otro país es un derecho fundamental de las personas y que todo el mundo tendría que poder ejercerlo libremente. La migración es y ha estado presente en la vida de cada uno de nosotros. En este sentido, todos y todas somos migrantes.
En la inauguración de la exposición, el 29 de junio, Salvador Busquets, director de Cáritas Diocesana de Barcelona (CDB), ha recordado que es importante que a las personas solicitantes de asilo político procedentes de países en conflicto como por ejemplo Siria y Eritrea, entre otros, se les reconozca este estatus “puesto que así –asegura- tendrán el permiso para vivir y trabajar en el país que las acoge”. Por su parte, Salvador Bacardit, delegado episcopal de CDB, ha subrayado que la diócesis de Barcelona ya tiene tradición de acoger a personas inmigrantes refiriéndose a la realidad de las familias que hace años vivían en el barrio de barracas del Somorrostro, en Barcelona.
Por parte de Entreculturas, fundación jesuita que pone el énfasis en la educación para que las comunidades se empoderen y se desarrollen, el director de la institución, Dani Villanueva, ha subrayado que “las organizaciones que trabajan en el terreno vemos como las políticas migratorias se basan en la seguridad, como si la persona inmigrante representara un peligro”. Marc Simón, en nombre del área Social de la Fundación Bancaria “la Caixa” ha resaltado “son las desigualdades lo que hay detrás de esta realidad" y que la muestra ayuda a "hacer pensar en lo que pasa en los países de origen".