Vivir arraigados y enamorados nuestra tarea por la justicia social

Arraigo en el territorio, resistencia en contextos de dificultad social, creatividad en la tarea encomendada, vocación por el servicio y trabajo en red. Son algunos de los valores compartidos este jueves entre los ochenta profesionales de las entidades del sector social de los jesuitas reunidos en la sede de la Fundación la Salut Alta, en el barrio de la Salut de Badalona.
 
"Este curso el trabajo en red será muy significativo", anticipó el jesuita Alberto Ares, delegado del sector social de los jesuitas en España. La coordinación entre las diferentes entidades de inspiración ignaciana que atienden el mundo social en Cataluña comenzó a hacerse efectiva cinco años atrás. Desde los primeros encuentros, se ha incidido en el ideario compartido y también se han implantado herramientas de carácter práctico que repercuten en el día a día de las entidades.
 
Un sector exigente
 
La coordinadora del sector social en Cataluña, M. Carmen de la Fuente, ha hecho un llamamiento a los equipos presentes en soñar desde esta identidad conjunta. El jesuita Roger Torres ha dinamizado el trabajo de la jornada: "Hoy se trata de suspender el juicio y jugar con la intuición", explicó. Con un tiempo de silencio, los participantes han reflexionado con esta mirada afectiva sobre la misión del sector social, con el objetivo de "hacer flotar las intuiciones en la superficie" y poder concretar prácticas y directrices conjuntas.
 
En su intervención, el delegado de los jesuitas en Cataluña ha animado a continuar y profundizar en los proyectos. "El mundo está herido y el sector social está allí donde están las heridas", dijo Llorenç Puig, que ha reconocido que "el sector social es exigente también para el corazón y para la persona".
 
Cuidar la vocación
 
Ares también ha pedido a los equipos presentes en el encuentro "incorporar el 'cuidarse' en las planificaciones estratégicas" y ha formulado dos cuestiones relativas a la interioridad. Por un lado, "como acompañamos a los que acompañan" y, por otra, "como cuidamos la vocación que todos sentimos". Es en este sentido que les ha pedido seguir "profundizando en la espiritualidad ignaciana".
 
En esta línea, Puig ha alentado las entidades a encontrar espacios para el trabajo espiritual. "Debemos cuidar nuestra espiritualidad, lo profundo que nos ilumina, que nos motiva y que nos hace resistir".
 
Una red al servicio
 
Como delegado provincial, Alberto Ares ha presentado una radiografía de los principales campos de acción del sector en España: cooperación internacional, menores y migraciones. Un paraguas que se estructura con una base fundamental de laicos, pero que cuenta con la colaboración de once jesuitas contratados, diez de jubilados y 72 que tienen una tarea concreta asignada, como serían unas clases de lengua en Migra Studium o de monitores en un centro de esplai.
 
Ares ha destacado el fortalecimiento y la articulación de esta red. Actualmente las entidades que forman parte del sector social de los Jesuitas en Cataluña son Arrels Sant Ignasi de Lleida; Cristianisme i Justícia y Migra Studium con presencia en Barcelona; la Fundació Carles Blanch con el Centre Sant Jaume y la Fundació La Salut Alta a Badalona; y la Fundació La Vinya en los barrios de Bellvitge y El Gornal de L'Hospitalet de Llobregat.
 
Información de Laura Mor publicada en Catalunya Religió