Cintra quiere crecer

Cintra es una escuela ubicada en el Raval de Barcelona y que es fruto de un proyecto que une órdenes y congregaciones religiosas de Cataluña para garantizar la escolarización de alumnos marcados por el absentismo y el fracaso escolar. La experiencia de Cintra, con más de 20 años de historia, demuestra que esta situación se puede revertir, y que sólo hay que ofrecer oportunidades a estos jóvenes adolescentes para que puedan reconectarse a los estudios y los talleres formativos que les permitan iniciar un itinerario.
 
Fueron un grupo de religiosos del Raval, entre ellos el jesuita Jordi Ginestà, que se dieron cuenta de esta necesidad e impulsaron la creación de Cintra, que ha sido además, un ejemplo de la potencialidad de la colaboración entre congregaciones religiosas diversas. En otros tiempos, decía Jordi Ginestà, un problema social motivaba la fundación de una congregación religiosa pero hoy, la situación de estos niños pide la unión de todos, religiosos y laicos, para dar una respuesta adecuada.
 
La escuela, dirigida actualmente por la religiosa vedruna Imma Bonada, acoge 48 alumnos que cursan la ESO con una adaptación curricular. A lo largo de estos cuatro años reciben un acompañamiento que ayuda a detectar sus necesidades y capacidades, y orientarlos hacia el ámbito laboral.
 
Como recoge un reportaje publicado recientemente por Cataluña Cristiana, Cintra quisiera crecer para ampliar la formación de estos jóvenes más allá de los 16 años, ofreciendo estudios postobligatorios adaptados al nivel y necesidades del alumnado. Pero de momento la escuela se encuentra ubicada en módulos prefabricados y este proyecto de crecimiento se encuentra detenido por la falta de espacios. Hace años que se espera un emplazamiento definitivo que permita ampliar el tiempo de escolarización en el centro y también mejorar las condiciones para los estudios que se realizan actualmente.
 
Lea el reportaje de Cataluña Cristiana en este enlace.