Espinal nos invitaría hoy a repensar cuáles son los valores fundamentales

El pasado 17 de marzo se iba a celebrar un acto de conmemoración por el 40 aniversario de la muerte del jesuita catalán Lluís Espinal. Este acto, ha tenido que quedar, de momento, aplazado. Pero ayer jueves, uno de los invitados que tenía que participar, Víctor Codina, fue entrevistado en una conversación en Instagram, para acercarnos a la figura de Lluís Espinal y recordar el compromiso de este jesuita y periodista.
 
Víctor Codina, jesuita y teólogo, fue compañero de Lluís Espinal en los años de formación como jesuitas. Codina, como Espinal, ha pasado muchos años trabajando en Bolivia, y conoce bien cuál es el impacto que el testimonio y el recuerdo de Espinal ha tenido en ese país.
 
En conversación con M. Carmen de la Fuente, Codina explicó que Espinal "era un hombre muy sensible, yo diría que era un artista". A finales de los años 60 se fue a Bolivia, después de trabajar un tiempo en Televisión Española y sufrir la censura. "Era una especie de peregrino", dice Codina, "que va buscando siempre". En ese momento tuvo la oportunidad de irse a Bolivia para seguir trabajando comprometido con la justicia y los más pobres en América Latina.
 
En 1977 participó en una huelga de hambre, junto a mujeres mineras, y en el contexto de la dictadura. La experiencia de la huelga de hambre fue muy importante y lo marcó. "Fue para él una experiencia espiritual profunda", en la que "pasa de ser extranjero a convertirse en ciudadano boliviano".
 
No se puede entender la figura de Espinal sin el contexto que le tocó vivir. Fue asesinado el 21 de marzo de 1980, por haber denunciado las injusticias y la opresión que sufría el pueblo boliviano. Aún sabiendo que estaba en peligro, no quiso marcharse. Pocos días después era asesinado también en El Salvador el obispo Oscar Romero. El jesuita Rutilio Grande había sido asesinado tres años antes, y unos años después tendría lugar la muerte de los mártires de la UCA de San Salvador... Todos ellos, recuerda Víctor Codina, "fueron consecuentes con los valores humanos y cristianos de lucha por la justicia y por los pobres. Así lo reconoció el Papa Francisco, que en 2015, cuando viajó a Bolivia, oró por Lluís Espinal diciendo que lo asesinaron porque predicaba el Evangelio".
 
En Bolivia, su figura ha tenido un gran impacto y su recuerdo está muy vivo. Pero, ¿qué nos dice el testimonio de Espinal hoy? "Yo creo que sintonizaría con el Francisco, que nos pide muchas cosas que fueron el centro de la vida de Espinal: la opción por los pobres, la Iglesia como hospital de campaña ...". Respecto a la actual situación de pandemia y confinamiento que vivimos, nos lleva a "repensar cuáles son los valores fundamentales de la vida humana y a salir de la burbuja en la que estábamos".
 
El centro de estudios Cristianisme i Justícia ha reeditado las Oraciones a Quemarropa de Lluís Espinal. Víctor Codina nos sugiere en el momento que vivimos, la lectura de la oración "Crisis", que encontraréis en la página 20 del cuaderno. 

"La vida es una serie de crisis: de crecimiento, de acomodación y de ruptura. Por esto nos agobia, a veces, la angustia ante el dolor, la muerte y la soledad. Sufrimos la injusticia, y nuestros buenos deseos son estériles como el riachuelo tragado por el desierto. Y entonces, aun el cielo parece de plomo, donde rebota nuestra oración… 21 Señor de la noche y el vacío, quisiéramos saber mullirnos en tu regazo impalpable, confiadamente, con seguridad de niños..."

La conversación se emitió en IG Live de @jesuitescat dentro de la campaña #aCasaAmbDéu que estos días ofrece diversos contenidos y propuestas. Podéis ver el diálogo en este enlace: Ens parla Víctor Codina