La Conferencia Jesuita de Provinciales Europeos dirige hoy un mensaje a las instituciones de la UE pidiendo que se fomente una "auténtica solidaridad ética y social" en tiempos de pandemia.
La declaración de los jesuitas expresa cómo la pandemia del coronavirus ha reforzado la conciencia de una interconexión que vincula a todos los pueblos de Europa más allá del individualismo. Una interconexión que descubren como una fuente de cambio y de solidaridad, una conciencia que "debe surgir en una firme resolución de dedicar la propia vida y energía al servicio del bien común" y que significa transformar las estructuras que dañan las relaciones entre los individuos y los pueblos.
En el texto que se ha hecho público hoy los responsables de la Compañía de Jesús en Europa, dirigiéndose a las instituciones de la Unión Europea, apelan a repensar el actual modelo de globalización porque "no podemos vivir saludablemente en un planeta enfermo" y piden que las secuelas de la pandemia no signifiquen una disolución del compromiso de Europa en este sentido, sino una intensificación de sus esfuerzos.
Lamentan "lo difícil que es la solidaridad paneuropea en la práctica" y valoran que la UE encuentre su camino de vuelta "a una solidaridad práctica que, a medio plazo, consiste en el reto de abordar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia". "Esto implicará", advierten, "una cierta redistribución de la riqueza de los países más ricos a los más pobres".
En cuanto a la situación de los refugiados y solicitantes de asilo en nuestro continente, el llamamiento a la solidaridad "también debe extenderse urgentemente a ellos" especialmente a los confinados en campos de refugiados dentro y a las puertas de la UE.
Preocupa la repercusión de la pandemia en el sur y en los países con menos recursos para protegerse por lo que "hacemos ahora un llamamiento a la cancelación de la deuda de los países más pobres, a una mayor ayuda humanitaria y a la cooperación para el desarrollo, con la reorientación de los gastos militares hacia los servicios sanitarios y sociales".
El mensaje es también una llamada a la interioridad, para que esta crisis sea una "oportunidad espiritual para la conversión", porque no podemos esperar volver a la "vieja normalidad" sino que debemos "aprovechar el momento para trabajar por un cambio radical inspirado en nuestras convicciones más profundas".
Podéis leer el mensaje de la Conferencia Jesuita de Provinciales Europeos en este enlace.