Parroquia Mare de Déu de Bellvitge

La parroquia Mare de Déu de Bellvitge, antes de constituirse como tal, se reunía entorno a la Ermita Mare de Déu de Bellvitge y dependia de la Parroquia de Santa Eulàlia de Mèrida de l’Hospitalet. En 1970, en un barracón, se erige la parroquia y el Arzobispado de Barcelona confía la atención pastoral a la Compañía de Jesús, que dos años antes había puesto en marcha el centro de estudios Joan XXIII. En estos primeros años colaboran con los jesuitas varias congregaciones religiosas: las Misioneras del Corazón de María, el Sagrado Corazón y las Josefinas. Con un estilo sencillo y encarnado en la realidad social, fueron acompañando a los vecinos y vecinas que poblaron el nuevo barrio de l’Hospitalet.

Servicios que ofrece la parroquia

Ser Iglesia de Jesús nos pide que atendamos varios aspectos fundamentales de la vida de nuestra comunidad que recogemos en estas ocho opciones fundamentales:

1. Espiritualidad: nos inspiramos y nos sentimos movidos por el evangelio de Jesús que llena de sentido nuestras vidas. Esto lo hacemos con un estilo especial, el que nos dejó San Ignacio de Loyola.

2. Al servicio del Reino: un Reino que se hace presente en las personas de nuestro barrio y de nuestra sociedad.

3. Comunión con la Iglesia: nuestra Agrupació Interparroquial de Bellvitge i Gornal expresa nuestra comunión con la Iglesia local y diocesana. Formamos parte del Arciprestado de l’Hospitalet Centre (Zona 4).

4. Comunidad de comunidades: somos una gran familia, con diversidad de grupos, personas y servicios que responden, con la variedad de dones del Espíritu, a las diversas necesidades. Caminamos junto a las comunidades parroquiales vecinas de Sant Joan Evangelista (Bellvitge) y Santa Maria del Gornal (Gornal).

5. Corresponsable: con espacios de participación, sin buscar protagonismos personales, sintiéndonos corresponsables del conjunto de la comunidad.

6. Formación cristiana: con los ojos puestos en Jesús, buscando conocerlo más, para quererlo más y seguirlo mejor.

7. Solidaria: desde el evangelio sentimos que nada humano nos debe ser ajeno. Fraternidad y solidaridad con los que tenemos cerca y los que tenemos lejos. Nuestra acción social se articula a través de la Fundació La Vinya (www.fundaciolavinya.org).

8. Celebración: como expresión de un vida agradecida y compartida.