La web de información de la Compañía de Jesús en el mundo, Jesuits Global, dedica un reportaje a la red de hospitalidad que impulsa Migra Studium en la Plataforma Apostólica de Cataluña. El proyecto lo coordina Pau Vidal SJ, que ha participado en este reportaje junto con otras personas que participan en la red.
Para Pau Vidal, a través de Migra Studium, la Compañía de Jesús ofrece una puerta abierta a las personas que después de meses o años de tránsito migratorio, llegan a Barcelona con la esperanza de empezar un futuro mejor, especialmente a aquellas más vulnerables. Y entre los distintos proyectos y actividades de Migra Studium, la acogida residencial de personas refugiadas y migrantes en hogares y familias, con el lema Hospitalaris. Desde su inicio en 2017, más de 70 personas han podido compartir el día a día de un hogar durante unos meses, intercambiando cotidianamente experiencias y conocimientos. "La apertura hacia el otro, hacia el que quizá percibo como el forastero, es siempre una oportunidad para crecer y hacernos más humanos", señala Pau.
La experiencia de esta acogida transforma a todos los que participan en ella. Marta Baylina, profesora y madre de familia, está viviendo una segunda experiencia de acogida. "Nuestros hijos se han hecho sensibles, de forma natural, a la situación de los inmigrantes y refugiados y, sin darle mucho bombo, comparten esta bonita experiencia con sus amigos. Son más conscientes de que la vida para ellos es fácil, mientras que para otros jóvenes de su edad es muy dura". Después de acoger a un joven de Siria, ahora convive con ellos un joven de Senegal.
Aattaa Allah Marjani es un joven marroquí acogido por la red Hospitalaris. A los 17 años dejó su país para buscar un futuro en Europa. Se encontró sin familia, sin amigos, sin conocer el idioma... viviendo en la calle o en casa ocupadas. Fue gracias a la coordinadora del equipo de futbol en el que jugaba que llegó a Migra Studium, y fue acogido en una familia. Ahora, todavía con el apoyo de Migra Studium, vive en un piso compartido, conviviendo con otros jóvenes de diferentes países. "He cambiado mucho, he aprendido mucho. Aquí tengo la oportunidad de progresar como deportista", cuenta ilusionado.
Por su parte, Pilar Pavia Sala, religiosa del Sagrado Corazón y coordinadora de la red junto a Pau Vidal, explica que el proyecto, a pesar de las dificultades y de la pandemia, ha evolucionado con el tiempo, acogiendo a las personas de maneras diversas. También señala el compromiso de la Compañía de Jesús en el proyecto, desde la espiritualidad ignaciana como inspiración. "El mismo espíritu, sin duda, que movía a Pedro Claver: la situación ha cambiado desde su época, pero el asunto de los derechos fundamentales - aquellos derechos que los esclavos no tenían - sigue siendo de primer orden. Estamos trabajando para dejar claro que no puede haber ciudadanos de distintas categorías, unos con todos los derechos y otros con menos derechos o libertades".
Podéis leer los testimonios completos en este enlace.