Esta semana hemos puesto en marcha un nuevo curso en las escuelas de la red Jesuïtes Educació, con el que comienza también una nueva edición de las Líneas de Fuerza. Se trata del proyecto que cada curso comparten los centros educativos de la Compañía de Jesús en España y Portugal, con un lema común inspirado en la espiritualidad ignaciana.
"Gente esperanzada" es el lema de este curso, con la voluntad de que esta actitud vital impregne todo lo que hacemos. Hoy en día nos encontramos en un contexto en el que predomina la superficialidad. El objetivo de las Líneas de Fuerza es hacer visible que el tipo de relaciones por las que apostamos en la Iglesia tienen que ver con la profundidad, el servicio, el valor de las comunidades locales y la lucha por hacer del mundo un lugar mejor. Y hacerlo desde la transmisión de esperanza.
La campaña, como nos explica la directora de pastoral de Jesuïtes Educació, Jokiñe Miranda, comienza con la presentación del lema y su fundamentación en los claustros, y después en toda la comunidad educativa. A lo largo del curso se realizan diversas actividades. Se trata de “poner el acento en un rasgo identitario que empape a la comunidad educativa durante todo el curso”. De hecho, el lema se basa cada año en alguna de las claves de la espiritualidad ignaciana, extraídas de los Ejercicios Espirituales, y este año se centran en las orientaciones que San Ignacio nos propone al final de los Ejercicios para sentir con la Iglesia.
La iniciativa de las Líneas de Fuerza nació en 2007. Después de estos años, Jokiñe Miranda valora lo que supone de trabajo común para los diversos centros. “Los materiales de Líneas de Fuerza constituyen un verdadero elemento vertebrador del trabajo pastoral e identitario en nuestros centros y forman un camino común recorrido por nuestras comunidades educativas que nos da sentido de pertenencia pero que a su vez ayuda a desarrollar y potenciar las individualidades de cada comunidad educativa”.