Càritas inaugura en Girona un nuevo recurso residencial en el piso cedido por los jesuitas

Durante los últimos días Càritas Diocesana de Girona ha puesto en marcha un nuevo recurso residencial para jóvenes migrantes recién llegados mayores de 18 años en situación administrativa irregular y de sinhogarismo, enmarcado dentro del proyecto Som Refugi, que se inscribe en el Programa de Vivienda y Sinhogarismo.

El piso, situado en el Barri Vell de Girona, es propiedad de la Compañía de Jesús, que lo ha cedido por un período inicial de 10 años. Se trata del piso en el que residió durante 25 años la comunidad de jesuitas que se instaló en Girona en el año 1998.

En el acto de inauguración, además de representantes de Càritas, también asistieron el obispo fray Octavi Vilà, el alcalde de Girona, Lluc Salellas, vecinos del inmueble situado en el Barri Vell de la ciudad y, en representación de la Compañía de Jesús, el padre Ignasi Anzizu, que precisamente formó parte de la comunidad de jesuitas que residía en el piso.

El llamado Pis Niu tiene como finalidad potenciar la autonomía de estas personas a través de una atención individualizada basada en el acompañamiento, la motivación, el asesoramiento, la orientación y la formación. Todo ello con el objetivo de facilitar su proceso madurativo y su inclusión en la sociedad.

Las derivaciones de los jóvenes que pueden optar a acceder al piso se realizan desde el Ayuntamiento de Girona, el Consorcio de Bienestar Social Gironès-Salt o, directamente, desde Cáritas. El piso se ha reformado durante el último año a partir de fondos propios y de donaciones realizadas por particulares y el sector privado. El programa también cuenta con financiación de la Generalitat y de Cáritas Española.

Maite Salvador, responsable del programa Som Refugi de Cáritas Diocesana de Girona, explica que con una iniciativa como el programa Som Refugi quieren “ofrecer las herramientas a cada joven para saber desenvolverse dentro del sistema educativo o del mundo laboral y en el ámbito de la vida cotidiana (acompañamiento del día a día, trabajo de la autonomía)”. Al mismo tiempo, promoviendo la adquisición de actitudes y hábitos saludables y sin dejar de lado el asesoramiento, el acompañamiento jurídico y la mediación para atender las demandas sobrevenidas”.

Por su parte, la Compañía de Jesús agradece mucho a Cáritas Diocesana de Girona que “este proyecto social pueda dar continuidad al compromiso de los jesuitas con la ciudad de Girona y al compromiso con la acogida y la hospitalidad de las personas migrantes”.

Para garantizar un proceso de inclusión y de autonomía exitoso, el Pis Niu está estructuralmente conectado y coordinado con diversos programas internos de Cáritas Diocesana de Girona y con la red de entidades de la administración pública y del Tercer Sector. Esta coordinación y trabajo en red asegura que el acompañamiento residencial del Niu sea solo la puerta de entrada a un itinerario de inclusión completo. Se crea un ecosistema de recursos que responde a la complejidad de las necesidades de los jóvenes, permitiendo una intervención a la vez especializada e integral (gracias a las conexiones con el resto de la organización y el territorio).

Los jesuitas en Girona

El piso de la plaza del Vi de Girona acogió a la comunidad de jesuitas que se instaló allí en 1998. En aquel momento hacía 50 años que la Compañía de Jesús no tenía presencia en la ciudad, y el obispo Jaume Camprodon les solicitó que regresaran, con el encargo, sobre todo, de hacerse presentes en el ámbito de la pastoral universitaria.

A lo largo de los 25 años que la comunidad de religiosos ha residido en la ciudad, cabe destacar la labor y la presencia en la diócesis de Girona de diversos jesuitas, muchos de ellos con orígenes y raíces familiares gerundenses. Todos trabajaron comprometidos en proyectos pastorales y sociales de acompañamiento a personas y comunidades.

Fueron miembros de esta comunidad el P. Santi Thió, que además de su trabajo en la pastoral universitaria estuvo comprometido en la acogida de personas migrantes y la creación de la Asociación Àkan. También, entre otros, el P. Albert Dou i Mas de Xexàs, reconocido matemático e ingeniero; el P. Jaume Avellí, que fue delegado diocesano para la Vida Consagrada en el obispado de Girona; o el P. Ignasi M. Anzizu, que durante muchos años ha sido responsable de las parroquias de Palol d’Onyar y de Vila-roja.

Al marcharse la comunidad de religiosos, la voluntad de la Compañía de Jesús ha sido seguir a disposición de la diócesis. Este acuerdo con Cáritas para hacer posible este recurso residencial es una concreción de ese compromiso.