El Centre Sant Jaume, entidad que forma parte de nuestro sector social, quiere visibilizar y combatir la brecha digital que sufren muchos niños y jóvenes que están en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión, a través de su campaña Seguim Connectats #ConstruïmFutur. Esta entidad ha readaptado su actividad con iniciativas para combatir esta brecha.
En un mundo en constante transformación, el desarrollo de las competencias digitales se ha convertido en un elemento clave, pero el confinamiento ha evidenciado la gran desigualdad digital que separa la población con recursos de la población más vulnerable y nos ha enfrentado a un problema que había quedado invisibilizado hasta ahora: los alumnos en riesgo de exclusión digital.
El Centre Sant Jaume nos advierte que en muchas casas no hay golpe ordenador, o no disponen de conexión a internet. Incluso se han encontrado que algunos jóvenes hacen las tareas digitales a través del móvil familiar. Por todo ello la entidad alerta ante el riesgo de que ser más digitales represente ser menos iguales. Además de denunciar esta realidad, el Centre Sant Jaume ha implementado en la Unidad de Escolarización Compartida (UEC) y el Centro Abierto iniciativas para acabar con la brecha de acceso y la brecha de uso.
En la Unidad de Escolarización Compartida (UEC), que atiende chicos y chicas de 14 a 16 años con necesidades educativas especiales, ha reformulado su forma de intervenir, apostando por un modelo mixto en el que el alumnado alterna la actividad académica presencial y telemática para formar a los jóvenes y las jóvenes en competencias digitales. Xavi Cortés, educador de la UEC, explica que al inicio del confinamiento se dieron cuenta que los chicos y chicas no sólo no tenían las herramientas digitales para hacer el seguimiento de las clases sino que tampoco tenían las competencias digitales. El primer paso fue crear un servicio de préstamo de tabletas y conexiones de internet y a partir de ahí se reformuló la manera de intervenir de la UEC. El modelo mixto ha permitido mantener el contacto directo con el alumnado, ya la vez garantizar que se podía seguir trabajando en caso de confinamiento. La iniciativa, además, ha permitido adquirir aprendizajes que serán útiles para el futuro laboral de estos alumnos.
También el Centro Abierto se ha adaptado a esta nueva situación y a las necesidades detectadas. Han habilitado tabletas para que niñas y niños aprendan a utilizar la informática más allá de las redes sociales y los juegos; y a nivel familiar, se han realizado formaciones digitales madres y padres.
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Fuente: Centre Sant Jaume