“En Fratelli tutti Francesc aparece como una voz profética para la humanidad de hoy"

Los últimos días hemos podido escuchar ya varios comentarios, impresiones y también críticas a la encíclica Fratelli tutti que el Papa Francisco publicó el pasado domingo 4 de octubre y que había firmado el día anterior en Asís. Dos teólogos jesuitas catalanes, Víctor Codina y Jaume Flaquer, han hecho también su lectura, que compartimos en este artículo. Si bien ambos coinciden en que es un documento que no presenta grandes novedades respecto al magisterio de Francisco, para Víctor Codina "es una obra de madurez sobre la fraternidad y amistad social".

Una obra, que, por su rango de encíclica, se convierte necesariamente en una referencia para la doctrina oficial de la Iglesia, "por lo que su contenido no podrá ser rechazado por determinados sectores eclesiales", asegura Jaume Flaquer. Lo reafirma Víctor Codina, que avanza que "muchos se escandalizarán y pensarán que son sueños irreales y utópicos, pero está en perfecta coherencia con el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia", que "queda reforzada, actualizada y con una visión desde los pobres".

En Fratelli tutti el Papa nos habla con preocupación de lo que llama "formas de eliminar o ignorar a los demás" y cómo se generan grandes desigualdades y pobreza extrema. "La ignorancia y rechazo al otro se produce según el Papa tanto desde los localismos que se cierran a los demás (en los nacionalismos excluyentes, en la oposición a la inmigración o en los proteccionismos económicos que destruyen la economía de los países pobres) como desde los globalismos que destruyen la riqueza cultural mundial a favor de una homogeneización que beneficia a las grandes empresas y que perjudica especialmente las culturas indígenas", nos explica Jaume Flaquer.

Según Codina, que ha sido profesor de teología en Bolivia y participó como experto en el Sínodo de la Amazonia, la encíclica se puede resumir a través de la parábola del buen samaritano, que Francisco comenta en el capítulo segundo y donde cada uno de los personajes puede verse reflejado en instituciones o ideologías políticas: "los asaltantes son las personas y estructuras del neoliberalismo y del populismo que producen desigualdades, descartados, refugiados,... El hombre herido son las víctimas de este sistema. Los que pasan de largo son dirigentes políticos, sociales y también religiosos cuando no se comprometen. Y el buen samaritano representa todas las personas de buena voluntad que ayudan al necesitado y buscan la colaboración de otros".

"La originalidad en la interpretación que hace el Papa de la parábola", opina Flaquer, "es invitarnos a ponernos en la piel de los diversos personajes, reconociendo que a veces somos los heridos, a veces los que pasamos de largo y otras el buen samaritano ".

La encíclica ha recibido ya críticas desde determinados sectores. Para Flaquer esto "demuestra que el Papa ha puesto el dedo en la llaga y que el mensaje ha llegado, aunque sea rechazado por algunos". Y apunta que, aunque ya se ha calificado como la encíclica más política de Francisco, "conviene no olvidar los fundamentos teológicos y la mística que inspira el Papa". De hecho, para Víctor Codina, "Francisco expone una serie de principios y valores que responden a la tradición más profunda cristiana y de todas las religiones, aunque a muchos les parecerán nuevas y escandalosas".

Francisco escribe desde la fe cristiana pero sus afirmaciones están abiertas a toda persona de buena voluntad, más allá de las convicciones religiosas. Sobre la recepción que tendrá el documento, Jaume Flaquer opina que "será recibido con entusiasmo por los movimientos sociales preocupados por las enormes desigualdades y la pobreza que genera el sistema capitalista, y será utlizada para desautorizar políticos cristianos de extrema derecha o defensores de populismos de todo tipo".

Conviene destacar también como el Papa menciona como inspiración la declaración conjunta que pronunció con el Gran Imam de Al Azhar, Ahmed Al-Tayeb, en febrero de 2019. "Supone una consolidación de las relaciones islamo-cristianas al más alto nivel . El islam moderado insiste a desatar el terrorismo de la religión y encuentra en el Papa un poderoso aliado ", celebra Jaume Flaquer, que es Doctor en Estudios Islámicos. "Por otra parte, el Papa se hace eco de los cristianos que viven en países islámicos para que se reconozca su plena ciudadanía. La encíclica permitirá profundizar en esta cuestión".

"Francisco aparece en esta encíclica como una gran figura, un estadista y una voz profética para la humanidad de hoy", concluye Víctor Codina, "el Papa ha hecho de buen samaritano ante el mundo herido de hoy. Nos toca colaborar como el hostelero de la parábola. Están en juego la supervivencia de la humanidad y una convivencia justa y pacífica".