Isidre Ferreté llegó al barrio de la Salut Alta de Badalona hace 26 años, cuando una comunidad de jesuitas se instala en el barrio para hacerse cargo de la Capilla de San Juan Bautista. A lo largo de estos años los jesuitas que han formado parte de esta comunidad han estado compartiendo vida, retos y esperanzas con los vecinos, haciendo barrio, acompañando a las personas y las iniciativas sociales. Ahora, la comunidad de jesuitas se va físicamente de Badalona pero sigue con el compromiso de inserción evangélica. Isidre, que seguirá implicado día a día en Badalona, lejos de vivir este cambio con nostalgia, lo hace con la convicción de que la misión de la Compañía de Jesús en Badalona se mantiene viva y actualizada.
¿Cómo llegaste a Badalona?
"El entonces obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Joan Carrera, propuso a la Compañía de Jesús encargarse de la nueva Capilla de San Juan Bautista, que apenas se empezaba a construir, y que debía ser no sólo un centro de culto sino un centro de evangelización, abierto al barrio y con vocación de acompañar y estar al lado de las personas. Así que nos instalamos en la Salut Alta una comunidad de jesuitas, formada, en aquellos momentos, por Carles Riera, Jaume Flaquer, que entonces apenas era estudiante, y yo mismo. "
Hace 61 años que eres jesuita y has pasado más de cincuenta dedicado a la misión obrera, en comunidades en barrios de Sabadell, Rubí, Terrassa y últimamente Badalona.
"La misión obrera significa compartir la condición humana, laboral y social con la gente trabajadora, a su lado, trabajando como ellos en la fábrica o en el taller. Y al mismo tiempo, ir impulsando cambios en la sociedad y en la Iglesia. Esto ha sido muy importante para mí, porque el contacto con la gente te hace ver el Evangelio de otra manera y los problemas a ras de suelo."
¿Cómo ha sido tu presencia en Badalona a lo largo de estos 25 años?
"Hemos sido sobretodo vecinos y así nos ha visto la gente. Nuestra preocupación ha sido siempre aglutinar una comunidad cristiana viva y abierta al barrio. Personalmente me he dedicado más a la presencia en la vida del barrio, participando en las asociaciones de vecinos, las comisiones de convivencia, ... gracias a que Carlos Riera priorizaba más la tarea pastoral."
Y esto quiere decir también impulsar la acción social para apoyar y acompañar a las familias que se encuentran con más dificultades ...
"Sí. En el barrio ya había una actividad de refuerzo escolar animada por una comunidad muy comprometida de religiosas del Pradó. Esto fue creciendo y se puso en marcha un centro abierto que finalmente se constituyó en la actual Fundació Salut Alta, en 2004. Desde la misma Capilla se hizo una recogida de fondos para impulsarla y nos la sentimos como una hija nuestra. Carlos Riera fue el alma y está bien arraigada en el barrio. Es una organización que forma parte del sector social de la Compañía de Jesús y que hace un trabajo magnífico y precioso. Es fantástico ver cómo ya hay jóvenes que pasaron por la Fundación cuando eran pequeños y ahora vienen a hacer de voluntarios."
A partir de ahora, en Badalona no habrá residencia de jesuitas. Los tres jesuitas que vivíais ahora en la comunidad, -Carles Riera, Jesús Renau y tu mismo-, os habéis trasladado a otros destinos. El piso de Badalona pasará los próximos días a la red de hospitalidad que gestiona la Fundación Migra Studium y serán acogidas personas migrantes o refugiadas que necesitan contar temporalmente con un recurso de vivienda. Además, en tu caso, seguirás trabajando en Badalona. Así que el compromiso y la misión de la Compañía de Jesús en el barrio se mantiene.
"Así es. Mantendré presencia en el piso, acompañando a los jóvenes que vivan en él. Y seguiré colaborando en la Capilla y con la comunidad cristiana,... Justamente en este momento estamos preparando la celebración del 25 aniversario de la Capilla, que es un punto de referencia en Badalona , tanto desde la vertiente espiritual como social. Tenemos el reto de llegar a gente nueva del barrio y garantizar el relevo generacional. En la capilla va aumentando la presencia de gente cristiana de origen diverso: Guinea Ecuatorial, Nigeria, Pakistán, y especialmente Ecuador, Perú y Bolivia. Creo que es importante que la presencia de los jesuitas en Badalona continúe y me parece que está asegurado. Tanto la Fundació Salut Alta como el Centre Sant Jaume de la Fundación Carles Blanch, que también trabaja en Badalona, hacen muy buen trabajo."
Precisamente estas entidades nos están alertando de la situación de vulnerabilidad de muchas personas y familias, que se ha visto agravada por las consecuencias de la crisis sanitaria. ¿Cómo ves el barrio? ¿Te preocupa la situación en que nos encontramos?
"Hay problemas de desempleo, pobreza, droga ... hemos visto desahucios que son indignantes... y la cohesión social no es fácil. Precisamente el trabajo que hacen estas entidades con los niños/as y las familias es muy importante y de largo recorrido para ir avanzando en la cohesión social. El camino que debemos seguir es este, aunque estamos preocupados y desbordados por la situación actual.”
Personalmente, ¿cómo valoras estos años en Badalona?
"Estoy muy contento, me he encontrado en mi sitio. He tenido como dos vocaciones a lo largo de mi vida y en los diferentes lugares donde he estado: la de jesuita y la de la misión obrera. Es cierto que la presencia va cambiando pero ojalá podamos encontrar la manera de mantener las comunidades de inserción y de hospitalidad, de seguir al lado de la gente de la base,... Pienso que hoy la continuidad de lo que fue la misión obrera se encuentra, en gran parte, al trabajo junto a las personas migrantes."