La discriminación de género agrava la vulnerabilidad de las mujeres sin hogar

Coincidiendo con el 8M, Arrels Sant Ignasi, entidad de nuestro sector social en Lleida, nos invita a reflexionar sobre la situación de las mujeres sin hogar y la mayor dureza que supone, para las mujeres, encontrarse en esta situación, ya que se ven expuestas a un nivel de inseguridad mucho mayor que los hombres.

Por este motivo, las mujeres, por el hecho de ser mujeres, intentan evitar de cualquier manera tener que dormir en la calle, o en albergues, porque son espacios más violentos para ellas, donde tienen un riesgo aún mayor de sufrir algún tipo de agresión sexual o de violencia machista en general. En muchos casos terminan residiendo en una vivienda insegura o bajo la amenaza de violencia machista por parte de su pareja o familia. Son otras manifestaciones de sinhogarismo, señala Arrels Sant Ignasi, más difíciles de detectar y cuantificar.

A través de su trabajo, Arrels Sant Ignasi ha observado que las mujeres en situación de sin hogar son a menudo invisibilizadas y los recursos y las intervenciones para atender a las personas sin hogar no tienen en cuenta la perspectiva de género ni abordan las necesidades específicas de las mujeres.

“Las mujeres en situación de sinhogarismo, muchas de las cuales han sido víctimas de violencia de género, hacen una demanda explícita: la necesidad de espacios exclusivos para ellas. Espacios donde puedan sentirse más seguras, donde sus necesidades específicas sean escuchadas y atendidas con respeto”, nos recuerda en este 8M Arrels Sant Ignasi, porque “el caso de las mujeres en situación de sin hogar es una de las múltiples caras de las desigualdades de género que todavía persisten en nuestra sociedad”.