"Las familias saben que seguimos siendo un punto de referencia"

Para las organizaciones del sector social que trabajan en el área de menores, esta crisis está suponiendo un gran esfuerzo para mantener el contacto con los niños/as y las familias.
 
Preocupan y mucho las consecuencias en los más vulnerables, que pasan el confinamiento en viviendas muy precarias y, en muchos casos, casi sin recursos. Y también la brecha digital, que se hace más evidente que nunca.
 
Constatan la fragilidad del mundo en que vivimos, pero las entidades han reinventado con creatividad la manera de acompañar y trabajan para fortalecer aún más los vínculos con las familias y con las redes de solidaridad.
 
Hemos hablado con María Nadeu, directora de la Fundació Salut Alta, en Badalona y Txell Vilaclara que coordina el centro abierto de primaria de esta entidad. Nos han explicado desde su experiencia, qué realidad viven. Para hacer frente a las necesidades del día a día de los niños y niñas que atienden, la Fundació Salut Alta acaba de poner en marcha la campaña #penjantdunfil.
 
"Somos entidades de acción directa, de vínculo, de mirada, de tacto y en dos días tuvimos que replantear toda nuestra intervención y adaptarnos a los canales disponibles... nos hemos tenido que reinventar", reconocen. La prioridad ha sido, desde el primer momento, mantener el contacto con los menores y las familias. "Lo más importante es que las familias saben que seguimos siendo un punto de referencia". Esto les permite compartir con las educadoras las dudas y angustias que tienen, ayudarlas en sus necesidades de ahora y hacer de altavoz las administraciones pongan recursos, con mirada de futuro.
 
Y es que para estas familias, las consecuencias de la crisis que vivimos se agravan, porque previamente ya sufrían situaciones muy complejas. Viviendas precarias, hogares que se han quedado sin ingresos, dificultad para garantizar las comidas, falta de hábitos por parte de los menores, niños desatendidos, y también el riesgo de desconexión del sistema escolar. "El confinamiento puede dejar secuelas emocionales, psicológicas, educativas o físicas", advierten.
 
"Como sociedad estamos poniendo recursos, sobre todo a nivel sanitario, para superar esta pandemia y salvar el máximo de vidas, pero habrá que poner recursos a nivel social para apoyar a las familias, en las escuelas o en las entidades del tercer sector", nos explican desde la Fundació Salut Alta.
 
Os recomendamos leer la entrevista entera con María Nadeu y Txell Vilaclara, de la Fundació Salut Alta, en este enlace.
 
También podéis escuchar y ver el diálogo que María Nadeu mantuvo con Xavier Casanovas dentro del ciclo de # DiálogosExcepcionales de Cristianismo y Justicia: Diálogo con Maria Nadeu