Hace unos meses el jesuita Xavier Rodríguez fue nombrado por Mons. Agustí Cortés, obispo de Sant Feliu de Llogregat, capellán del centro penitenciario Brians 2, situado en Sant Esteve Sesrovires.
No ha sido un encargo que le venga de nuevo. Xavier ya colaboraba en el centro y cuenta con una larga experiencia en el ámbito de la pastoral penitenciaria, que se inició ya en su noviciado. Ha acompañado internos en diversos centros, como la Modelo, en Barcelona, y ya más recientemente colaborando en los centros de Lledoners y Brians.
Pero sí ha sido una novedad y un reto empezar esta etapa como capellán de Brians 2 en un contexto de pandemia, que ha tenido también un importante impacto en los centros penitenciarios. Las medidas anti-covid significaron en un primer momento la interrupción de las visitas y de las actividades pastorales –también de las celebraciones de la eucaristía semanal-, y después, su recuperación pero con restricciones.
Ahora Xavier Rodríguez preside cada semana la misa en el Brians 2. La Covid-19 obliga a extremar las medidas sanitarias y la limpieza de los espacios, y para evitar interacciones, las misas se celebran de forma separada en cada módulo. Los mismos internos se ocupan, en muchos casos, de preparar y adecuar el espacio en el que se desarrolla la celebración para convertirlo en una pequeña capilla.
Además de las celebraciones de la Eucaristía, Xavier acude varios días a la semana al centro para conversar y atender personalmente a los internos. “Las horas que pasas con los internos charlando, escuchando… esto ha sido y es mi servicio”, explica. “Es de lo mejor que podemos hacer de cara al acompañamiento humano y espiritual”, contaba en este reportaje publicado recientemente en la revista Cataluña Cristiana: La pequeña «catedral» de Brians 2, en Cataluña Cristiana.
“Un fruto muy bonito de esta escucha y acompañamiento son los procesos de acercamiento a la fe: como ejemplo, durante el año 2019 seis internos de Brians 1 y 2 se bautizaron, después del adecuado proceso de preparación”.