Un año más, y ya hace 10, el pasado 30 de septiembre tuvo lugar la vigilia de oración ante las puertas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca para pedir de nuevo el cierre de este centro y mostrar la solidaridad con las personas internadas. Participaron unas 200 personas y la convocatoria contó con la adhesión de más de 50 entidades. Es una actividad que organiza Migra Studium y esta vez el lema del encuentro ha sido “Libres”.
“Ojalá, en breve, comprendamos como sociedad que el hecho de nacer en otro país y haber migrado a nuestro país no debe quitar la libertad a las personas que lo hacen”, decía el texto con el que se inició la oración.
Con el deseo de acercamiento a las personas encerradas en el CIE se leyó el testimonio de varios internos e internas. Es una forma de combatir la invisibilización de la realidad de los CIE que, como se denunció, “es una estrategia que la cultura dominante impone y que a veces nos imponemos nosotros mismos para que aquel a quien deberíamos reconocer como hermano deje de existir".
“En la experiencia que tengo como visitante del CIE, una de las palabras que más oigo en las conversaciones con las personas internadas es libertad; expresada como deseo, pero a la vez afirmada como pérdida, como algo arrebatado injustamente”, decía uno de los voluntarios del grupo de visitas en el CIE.
La lectura de los testimonios de los internos mostró realidades de sufrimiento, de tensión emocional, de personas con trastornos de salud mental que no han podido seguir su tratamiento,... en definitiva, la constatación de la dureza que sufren estas personas y la vulneración de derechos que suponen los CIE.
Ante la puerta del CIE se encendieron velas con el nombre de algunas de las personas internas acompañadas pero también de otras que a las que no se ha podido visitar. También se hizo memoria de las personas que han muerto en España por su internamiento y expulsión.
La vigilia de oración ante el CIE nace de la experiencia del equipo de voluntariado de Migra Studium que visita a las personas internas privadas de libertad en el CIE de la Zona Franca desde hace once años. Durante este tiempo se han realizado más de 3.000 visitas a 1.400 internos en el CIE, corroborando a partir de esta experiencia que el CIE es un dispositivo, de los más represivos de la política migratoria, donde se priva de libertad a personas extranjeras en la espera de ser expulsadas en sus países de origen. El contexto de privación de libertad es favorecedor de vulneraciones de derechos humanos fundamentales si el sistema de control y garantías no actúa con rigor, rapidez y eficacia.