Llamada de voluntariado para el proyecto Portes Obertes de La Vinya

Hace más de 20 años que un grupo de personas voluntarias del proyecto Portes Obertes visitan a vecinos y vecinas de los barrios de Bellvitge y el Gornal que se encuentran en centros penitenciarios. Es uno de los proyectos de la Fundación la Vinya que trabaja para atender a las personas en situación de riesgo social en estos barrios de Hospitalet del Llobregat.
 
Fue en 1996 cuando se puso en marcha este grupo en las parroquias de Bellvitge y el Gornal, venciendo miedos y prejuicios sobre el mundo de la prisión, descubriendo una realidad nueva y estableciendo lazos de amistad y acompañamiento.
 
La iniciativa comenzó con la realización de talleres de manualidades en la prisión de jóvenes de la Trinitat, experiencia que supuso para los voluntarios y voluntarias aprender un discurso más cercano, más realista, menos visceral y menos ideológico sobre los presos, frente a los estereotipos sociales, las generalizaciones y etiquetas. Pero sobre todo supuso el reconocimiento y el agradecimiento por parte de los internos, que se sintieron escuchados y valorados en sus cualidades.
 
Así se fue consolidando el grupo de visitas a las cárceles, ampliándose a otros centros penitenciarios. Actualmente acompañan presos de Can Brians I y II y Quatre Camins.
 
Los voluntarios y voluntarias escuchan los internos: sus miedos, angustias, enfermedades, sufrimientos, problemáticas familiares, su vulnerabilidad, sus planes de futuro... A veces también los apoyan para hacer alguna gestión con la familia o con la administración penitenciaria. El contacto que se establece facilita, además, que se mantengan vínculos y relaciones con el barrio que les pueden ser útiles después para su proceso de inserción social, laboral, familiar y sanitario. De hecho, el equipo se reúne regularmente para realizar un seguimiento en común de las visitas y gestionar los procesos personalizados una vez los internos salen del centro.
 
Los beneficios no son sólo para los internos. Los voluntarios y voluntarias reconocen que es una experiencia que humaniza y da esperanza. Hay aún otra dimensión del trabajo de este grupo, la sensibilización de las comunidades parroquiales y del barrio a través de su testimonio sobre la realidad compleja y desconocida de las cárceles y de los internos. La experiencia de las visitas ha dado al grupo más elementos de comprensión y conocimiento para desarrollar un discurso crítico que confronte los estereotipos sociales.
 
En estos momentos, la Fundación la Vinya hace una llamada de voluntariado para este proyecto. Las personas interesadas pueden informarse en adults@fundaciolavinya.org o al teléfono 699 749 001.