Hasta el 31 de enero el IQS acoge una exposición dedicada al jesuita y doctor en ciencias Químicas Lluís Victori, coincidiendo con sus sesenta años de docencia, investigación y acompañamiento pastoral en este centro universitario de Barcelona. En definitiva, sesenta años formando a personas, tal y como recoge el título de la exposición y el libro que se ha editado.
La exposición muestra cronológicamente la participación del P. Victori en la vida académica y pastoral de IQS entre 1961 y 2021. Se convierte también así en un recorrido a la historia del centro a lo largo de estos años.
Se destacan tres áreas, que sitúan los tres ámbitos en los que ha trabajado intensamente el P. Victori: la actividad docente; la investigación, a la que aportó rigor, confianza y autonomía; y la vocación de servicio al alumnado.
En los distintos reconocimientos que ha recibido en los últimos años por su trayectoria, siempre se ha destacado su labor como docente y su capacidad para estimular el espíritu crítico de los alumnos.
Una tarea vinculada siempre a su actividad pastoral en el propio IQS o en las diversas parroquias en las que ha ido colaborando. Esta doble actividad científica y pastoral la explicaba él mismo en un acto en IQS, cuando recibió la Medalla d'Or de esta institución: “Mi inserción en el mundo universitario me había abierto las puertas a un diálogo profundo con un tipo de personas y a trazar puentes entre la ciencia y la teología, que si no me hubiera movido de la parroquia, no se me habría abierto. Y de ahí que lo que parecía una antinomia docencia-pastoral se convertía en un conjunto armonioso y enriquecedor para ambas partes”.
Nacido en Barcelona en 1935, el padre Luis Victori i Companys entró en la Compañía de Jesús en 1955. Es licenciado en Filosofía Eclesiástica y en Teología, y doctor en Ciencias Químicas. Ha sido profesor del IQS (Instituto Químico de Sarrià) desde 1961 hasta su jubilación en 2010. Además de docente, ha sido presidente del Patronato de la Fundación IQS y vicepresidente del Patronato de la Universidad Ramon Llull. Su trayectoria fue reconocida por la Generalitat de Cataluña en 1998 con la Medalla Narcís Monturiol al mérito científico y en 2009 con el Premio Jaume Vicens Vives a la excelencia en la docencia universitaria. En 2012 también recibió la Medalla d’Or de IQS, la máxima distinción que concede para premiar a las personas o instituciones que han destacado de forma extraordinaria en algún aspecto.
Junto a esta labor como científico y docente ha desarrollado su actividad pastoral como sacerdote, durante casi 50 años como vicario en la parroquia de Sant Pere Octavià, en Sant Cugat del Vallès, y también como párroco en la parroquia Mare de Déu de Montserrat, de La Floresta. En 2016 el papa Francisco le nombró Misionero de la Misericordia.
La exposición que ofrece ahora IQS se ha convertido en una oportunidad de reencuentro de varias generaciones de alumnos para quién fue profesor y también referente importante en sus vidas. Algunos de ellos han querido compartir sus impresiones en este vídeo.