Más de 120 personas salen a la calle en Lleida para reclamar un hogar digno para todos y todas

Arrels Sant Ignasi, entidad del sector social de la Compañía de Jesús, ha alertado este jueves 23 de octubre de las crecientes dificultades para acceder a una vivienda en Lleida, especialmente entre las personas en situación de exclusión social.

La Plaza de la Paeria de Lleida ha sido el escenario de la movilización de más de 120 personas en el marco de la Campaña de las Personas en Situación de Sin Hogar 2025, una acción coordinada a nivel estatal. El acto, impulsado por Cáritas Diocesana de Lleida, Arrels Sant Ignasi, la Fundació Jericó, la Fundació Entre Tots i per al Bé de Tothom (Llars del Seminari) y Sant Joan de Déu Terres de Lleida, ha querido denunciar la grave situación que viven cientos de personas que no disponen de una vivienda digna en la ciudad de Lleida.

Con el lema “Sin hogar pero con sueños. Y vida, derechos, emociones y esperanza”, las entidades han hecho un llamamiento a la sociedad de Lleida para romper con la indiferencia y construir comunidades de acogida y solidaridad, ante un contexto social marcado por la polarización, los discursos de odio y la crisis de la vivienda.

Durante el acto, que ha contado con una flashmob y mesas informativas, se ha destacado la importancia de mirar a las personas en situación de sin hogar como sujetos con dignidad, sueños y esperanzas, y no como objetos de necesidades. Las entidades han insistido en la urgencia de defender sus derechos y de garantizar políticas públicas valientes que pongan la vida en el centro.

Tal como apunta Roger Torres, presidente de Arrels Sant Ignasi: “garantizar una vivienda digna no es solo una cuestión de urbanismo, sino una pieza clave para la paz, la convivencia y la cohesión social”. En este sentido, la entidad reclama una mayor inversión en vivienda social, el acceso efectivo al empadronamiento y medidas de prevención para evitar que las personas terminen en la calle. También han hecho un llamamiento al mundo empresarial para que abra oportunidades laborales y se sume a la colaboración, y a la ciudadanía para que practique la cultura de la hospitalidad.

Una radiografía desde el terreno: los y las profesionales de la entidad alertan de una situación límite en la vivienda

El equipo de profesionales de Arrels Sant Ignasi que trabaja a pie de calle alerta de una situación límite en materia de vivienda en Lleida. Detecta cada vez más personas viviendo en habitaciones compartidas en condiciones precarias, sin contrato ni derechos básicos, y a menudo pagando precios desorbitados por un simple colchón. También son frecuentes los casos de hacinamiento, ocupaciones en espacios sin condiciones mínimas y la imposibilidad de empadronarse, hecho que dificulta gravemente el acceso a servicios.

A todo ello se suma la discriminación en el acceso al alquiler por motivos de origen o situación económica, las trabas burocráticas y los abusos por parte de algunos propietarios y agencias. Estas vulneraciones cotidianas, a menudo invisibilizadas, muestran que el problema de la vivienda no es solo una cuestión de techo, sino de derechos, dignidad y cohesión social.

Este año, la entidad ha acogido a 1.311 personas, de las cuales casi 900 en situación de sin hogar y 146 en situación de sin techo, teniendo en cuenta que este año no se han realizado nuevas acogidas debido a la saturación del servicio de Arrels Centre Obert, centro de día para personas en situación de sin hogar o sin techo. En 2024 se registraron 230 personas durmiendo en la calle y este proyecto atendió a casi 500 personas diferentes en situación de sin hogar.

Colaboración entre centros educativos y sector social

La campaña es posible gracias a la participación de distintos centros educativos, Jesuïtes Lleida - Col·legi Claver y el Col·legi Episcopal. El alumnado de ambos centros no solo participa activamente en la acción, sino que también se encarga de la preparación de los materiales utilizados durante la representación.

La implicación de la juventud en esta iniciativa da fuerza a la campaña, al tiempo que fomenta valores orientados a la justicia social, como la empatía y la responsabilidad colectiva ante las desigualdades que les rodean.

Fuente e imágenes: Arrels Sant Ignasi