El pasado jueves 14 de marzo ESADE acogió en Barcelona una jornada organizada por Migra Studium para reflexionar sobre los centros de internamiento de extranjeros (CIE) como un elemento represivo de la política migratoria estatal y europea.
A través del acompañamiento a las personas internas por parte de los equipos de visitas de la red del Servicio Jesuita a Migrantes, en los CIE de Barcelona, Madrid, Algeciras y Valencia, se constata un déficit recurrente en las instalaciones, precariedad de servicios (en lo que se refiere a asistencia social, sanitaria y jurídica) y constantes situaciones de violencia.
La jornada fue introducida por M. Carmen de la Fuente, directora de Migra Studium y coordinadora del SJM. Participaron tanto representantes de organizaciones de la red del Servicio Jesuita a Migrantes, como expertos y miembros de otras instituciones y plataformas com la plataforma Tanquem els CIE o el centro Irídia
Entre las cuestiones tratadas, se abordó el impacto en la salud mental que tiene el internamiento y que se ha constatado en el reciente informe elaborado por SJM junto a la Universidad de Sevilla, o la arbitrariedad de criterios de normativa interna en los centros. Desde la perspectiva jurídica se denunciaron las trabas jurídicas y administrativas que existen para ejercer el derecho a la denuncia de agresiones. También se hizo un llamamiento a una mayor formación en derechos humanos en la carrera judicial por la magistratura.
Con una mirada amplia, la analista geopolítica Viviane Ogou situó los CIE en un marco de racismo institucional y estructural, como espacios de violencia y sufrimiento que continúan con una tendencia histórica de maltrato hacia las personas migrantes del sur global.
Mirando al futuro, preocupa el reciente Pacto de Migración y Asilo de la UE. Una reforma preocupante en cuanto a la garantía del cumplimento de los derechos humanos en las fronteras europeas, para la cual es necesario articular una respuesta fuerte desde la sociedad civil.
Como cierre de la jornada, Josetxo Ordóñez leyó un alegato para abrir la mirada más allá de los CIE, teniendo en cuenta otras realidades de internamiento, pero sin olvidar que son lugares hostiles que provocan una continua vulneración de derechos fundamentales de quienes se ven privados de libertad. “En conclusión, la experiencia y pericia acumuladas en los últimos lustros nos deben servir de mucho para encarar, en red, los desafíos a los que se enfrentan y nos enfrentamos las personas migradas y racializadas. Una experiencia acumulada para acompañar, servir y defender personas y procesos en los lugares en que se exacerbarán las fronteras hostiles y los controles férreos: aeropuertos, puertos, comisarías, juzgados y tribunales, transportes y servicios públicos, mercado laboral y de mano de obra, mercado financiero y económico. Y, también y todavía, los CIE”.
Podéis leer una crónica más detallada en la web de SJM