Relatos ignacianos. Hablan los testigos.

La labor de San Ignacio en la fundación de la Compañía de Jesús, así como otros aspectos de su vida y legado son tratados en multitud de obras. Ahora sin embargo, el Grupo de Comunicación Loyola, bajo el sello editorial Mensajero, acaba de presentar una aproximación a la figura de Ignacio de Loyola desde una perspectiva diferente. Se trata de "Relatos Ignacianos. Hablan los testigos", una recopilación de relatos seleccionados por el jesuita catalán Miquel Lop, que pretenden colaborar en el conocimiento más completo de Ignacio recogiendo narraciones de su vida, muchas de ellas olvidadas por los historiadores pero de gran interés para el lector moderno.
 
Ahora bien, no hay que confundir esto con una falta de rigor, sino que hay que hacer notar, puntualiza la presentación del libro, que no hay nada de legendario o inventado. Todos los hechos recogidos son narrados por sus autores como verdaderos y están recogidos en la magna abre Monumenta Historica Societatis Iesu. Así, siempre se hace constar el autor de la narración y la cita del documento que la contiene para quien quiera comprobarlo.
 
Ignacio a través del testimonio de quienes lo conocieron
 
Se han escogido las narraciones que provienen, en su mayoría, de testigos directos, con el fin de ayudar al lector a completar la figura de San Ignacio que conoce. En la primera parte se encuentran hechos de su vida hasta la fundación de la Compañía de Jesús, mientras que en la segunda, se recogen anécdotas o hechos que responden a actitudes básicas de Ignacio durante su generalato en Roma. El autor advierte que parte del material que ofrece el libro proviene de textos que fueron silenciados hasta principios del siglo XX, probablemente por considerar inapropiado dar a conocer algunos de los episodios que narran.
 
El objetivo de la selección es ofrecer al lector un índice lo más completo posible de lo que dejaron escrito aquellos que convivieron con Ignacio. El P. Miguel Lop SJ, autor de la recopilación, es doctor en teología por la Pontificia Universidad Gregoriana y su trayectoria académica se ha centrado en la traducción y edición de textos de las fuentes ignacianas.