El 16 de agosto de 2022, se formó una concentración frente a la estación central de tren de Núremberg, en la que los activistas protestaban por la decisión del ministro federal alemán de Transportes e Infraestructuras de ignorar los mandatos de la Ley del Clima alemana. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes activistas, formaron un bloqueo y se les unió el jesuita P. Jörg Alt, SJ. Tras ser arrestado pacíficamente por participar en el bloqueo, al P. Alt se le ordenó pagar una multa de 500 euros. Al negarse a pagar una multa que, en su opinión, eximiría a Alemania de su responsabilidad moral de cumplir sus propias leyes en materia de protección ecológica, el P. Alt fue condenado a 25 días de cárcel por su acto de desobediencia civil.
El delegado de los Jesuitas en Cataluña, Pau Vidal, se ha sumado a la carta de apoyo al P. Alt, que cuenta también con la firma del delegado del sector social de la Compañía de Jesús en España, Luis Arancibia.
Después de su encarcelamiento, compañeros jesuitas y representantes de la ciencia y la sociedad civil firman una carta abierta de apoyo al padre Alt y a su posicionamiento. El delegado de los Jesuitas en Cataluña, Pau Vidal, se ha sumado a esta carta, que cuenta también con la firma del delegado del sector social de la Compañía de Jesús en España, Luis Arancibia.
Bajo el titulo “Solidaridad y responsabilidad”, el texto recuerda que las advertencias del padre Alt sobre el colapso climático son reales. “Como subraya el Papa Francisco en sus escritos Laudato Si', Fratelli Tutti y Laudate Deum, abordar el cambio climático debe ser una prioridad política de primer orden, así como también brindar asistencia humanitaria y otras formas de ayuda al Sur Global”, afirma la carta.
Abordar el cambio climático debe ser una prioridad política de primer orden
No debe sorprender que los jesuitas que se enfrentan a sistemas injustos hayan encontrado su ministerio en la desobediencia civil. El P. Alt se ha convertido en parte de la lista de jesuitas que se han sacrificado en la lucha por lo que es correcto. Como parte de jesuitenweltweit, la organización jesuita de ayuda al desarrollo, el P. Alt espera que sus actos de desobediencia civil llamen la atención sobre la catástrofe climática en desarrollo, en la que casi 200 años de fuerte industrialización por parte del “Norte global” han causado estragos climáticos desproporcionados en el “Sur global”, que no ha compartido la misma prosperidad económica que el norte.
Con una frecuencia cada vez mayor de inundaciones catastróficas, sequías y fenómenos meteorológicos devastadores provocados por los productos de la industrialización, el P. Alt cree que Alemania, con la mayor economía de la UE, tiene la responsabilidad moral de reducir sus emisiones más rápidamente y de impulsar una transformación socio-ecológica de su economía.
Imagen extraída de Jesuits Global / Más información en Jesuits Global