Raúl Saiz pronunciaba sus últimos votos en la Compañía de Jesús el pasado domingo 5 de noviembre en la iglesia de los jesuitas de la calle Casp de Barcelona. Fue en el marco de la eucaristía familiar de los domingos.
El delegado de los Jesuitas en Catalunya, Pau Vidal, fue el encargado de recibir los votos. Quisieron acompañar a Raúl a sus padres, venidos de Cantabria, donde nació y creció, y varios compañeros jesuitas de toda la Provincia. La celebración fue un momento de gran alegría, de sentir que se fortalece el cuerpo de la Compañía de Jesús con la incorporación definitiva de un nuevo hermano. “Después de 19 años de jesuita, la mitad de mi vida, de sucesivos destinos con sus misiones, hago los últimos votos, agradecido de incorporarme plenamente como colaborador de la misión del Señor en la familia ignaciana” , decía él mismo.
Al pronunciar los últimos votos, los jesuitas confirman y renuevan la promesa realizada en el momento de entrar en la Compañía de Jesús. Una vez que el jesuita ha completado las diversas etapas de su formación y después de un tiempo de ministerio activo, hace profesión pública y definitiva de estos últimos votos en la Compañía de Jesús.
Raúl Saiz, nacido en 1985, fue antiguo alumno del colegio Kostka de Santander. Entró en la Compañía de Jesús en 2004 e hizo el noviciado en Zaragoza. Estudió la Filosofía en Salamanca y desarrolló la etapa del Magisterio como profesor de Filosofía y Ética en el centro SAFA de Úbeda. Posteriormente, en la Universidad de Comillas, en Madrid, realizó la Teología. Los estudios de especialización los realizó en Boston, compaginándolo con el trabajo pastoral en una parroquia, una experiencia, explica, que fue de gran aprendizaje. Se ordenó diácono en el 2015 y un años después, en el 2016, sacerdote. Ahora ha pronunciado los últimos votos en Barcelona, ciudad en la que se encuentra preparando su tesis doctoral en Psicología de la Educación en la Universidad de Barcelona y trabajando para el sector de Universidades de la Compañía de Jesús, en el ámbito de la formación en identidad y misión.
Los jesuitas, cada vez que un compañero pronuncia sus votos, interiormente vuelven a realizarlos. Es una ocasión de agradecimiento por la vida y la vocación de Raúl, la generosidad de sus padres y por tantos testimonios y referentes que han acompañado su camino hasta ese momento de plenitud que son los votos.