La tercera edición de los Ejercicios Espirituales en camino ha sido un éxito. Los participantes llegaban el pasado 25 de octubre a Manresa después de recorrer los 150km del último tramo del Camino Ignaciano. Habían salido de Lleida el 19 de octubre, para compartir en comunidad una experiencia muy especial, haciendo los Ejercicios Espirituales de San Ignacio en esta modalidad de la peregrinación en grupo.
"Las personas nos ayudábamos y compartíamos la vida desde el corazón"
Al acabar y valorar la experiencia, en todos los participantes hay un sentimiento muy intenso de comunidad, de agradecimiento y confianza hacia el resto de compañeros y compañeras del grupo con quien han compartido el camino. "Para mí el Camino ha sido una experiencia de ejercicios vivida en comunidad, donde he sentido que las personas nos ayudábamos y compartíamos la vida desde el corazón", leemos en el relato de los participantes. "Agradecimiento inmenso de compartir, de vivir el compromiso, la implicación y la vocación de cada uno de los peregrinos...", decía otro. "Los compañeros de camino han hecho posible vivir unos días de plenitud, con compromiso, confianza y libertad plena".
"Ponerme en camino ha sido desinstalarme, físicamente y espiritualmente"
El compromiso de todos, la confianza y la ayuda mutua para vencer las pequeñas dificultades que se van presentando en una experiencia de peregrinación como ésta han generado un sentimiento de agradecimiento y plenitud.
También ha tenido impacto en el grupo la dimensión más personal y espiritual de la experiencia, y cada uno ha podido conectar con su momento vital. “Ponerme en camino ha sido desinstalarme, física y espiritualmente. A partir de ahí, un sentimiento muy intenso de comunidad, vulnerabilidades y amor compartidos”, escribía uno de los peregrinos. “Y en ese camino Dios se hace presente en ese amor, en la ayuda y el servicio mutuos, adornado heridas de pies y rodillas, pero sobre todo interiores, mostrándonos de forma bien concreta y práctica que en el amor podemos vencer todas las dificultades”. Justamente uno de los relatos destacaba la experiencia le ha hecho tomar conciencia de que es necesario hacer camino interior para amar más a los demás. Y también una de las participantes definía el camino como "oportunidad de reencuentro conmigo misma y con Dios".
"En este camino Dios se hace presente en este amor, en la ayuda y en el servicio mutuos"
Una valoración muy positiva que comparten las cuatro personas que han acompañado al grupo, entre ellos Montserrat Corbera, coordinadora del proyecto; el jesuita Alexis Bueno, consiliario; y Lourdes y Imma Joseph, del equipo logístico. Han contado también con la colaboración en la preparación de la actividad de Anna Santiago, Marta Burguet y Eduard Rovira.
Desde el equipo organizador se agradece el esfuerzo de las escuelas y entidades que facilitan que personas que trabajan o colaboran puedan participar en la iniciativa, y que permite que este espacio se convierta también en un lugar de encuentro y construcción de vínculos entre personas de la Plataforma Apostólica de la Compañía de Jesús en Cataluña. Y un agradecimiento especial a las Fundaciones Salut Alta y La Vinya por haber liberado muchas horas de Montserrat y Lourdes para hacer posible este proyecto.