El pasado viernes, 8 de septiembre, tuvo lugar en la parroquia de Sant Pere Claver de la calle Palaudàries de Barcelona, en el barrio del Poble-Sec, la Eucaristía de celebración de Sant Pere Claver, que esta vez fue muy especial, ya que se celebraron los 75 años de la presencia de los jesuitas en el barrio, a partir de la iniciativa decidida, inteligente y sensible del Padre Lluís Artigues. Lo secundaron y sucedieron un buen grupo de jesuitas, algunos de los cuales estuvieron presentes en la celebración, en los locales de la parroquia, justamente diseñada por el también jesuita Enric Comas. El encuentro se convirtió, así, en un emotivo acto de agradecimiento por el servicio de la Compañía de Jesús en el barrio y en la parroquia.
Participaron en la eucaristía diversos miembros de la comunidad de San Pedro Claver y fieles de las otras parroquias del barrio. Presidió Mn Pere Carulla, y asistieron Mn Josep Catà, Mn Joan Cabot, Mn Antoni Nello, los escolapios Jaume Salas y Víctor Filella, y un buen grupo de jesuitas. De una manera especial, cabe destacar a Josep Ricart, que ha estado colaborando en la parroquia durante muchos años y en unos días termina su labor de vicario. El delegado de los jesuitas en Cataluña, Pau Vidal, cerró la eucaristía recordando la implicación de la Compañía de Jesús en el barrio.
De hecho, los jesuitas están vinculados a la parroquia desde bien al inicio de su fundación. En 1948 el P. Lluís Artigues, jesuita, se hizo cargo, iniciando su ministerio en el Poble-Sec. Era la primera parroquia que los jesuitas asumían por encargo del obispo.
Pau Vidal destacó en su intervención el trabajo pionero del P. Lluís Artigues, que desde el principio identificó las necesidades del barrio y priorizó la acción social para mejorar las condiciones de vida de los vecinos y vecinas. Puso en marcha un dispensario, que acabará convirtiéndose en un hospital; la escuela, que se convertirá en el actual Jesuitas Poble-Sec – Colegio Pere Claver; iniciativas cooperativas para garantizar el derecho a la vivienda; y se hizo cargo de la comunidad cristiana, con la construcción de una capilla que más tarde se convirtió en parroquia.
"Todas estas instituciones siguen plenamente activas hoy y han configurado y determinado positivamente el rostro del barrio", destacó el delegado de los Jesuitas en Catalunya.
Después del P. Artigues colaboraron en la parroquia varios compañeros jesuitas. Cabe mencionar la iniciativa de quien fue también párroco de la parroquia, Josep M. Pañella, que, viendo la realidad de las personas sin techo y la necesidad de ofrecerles un acompañamiento más allá de una comida, inició con un grupo de voluntariado el que se convertiría más adelante en la fundación Arrels. “La filosofía (¡o la teología!) de Josep M. era que la parroquia era escuela de misericordia, y en sus prédicas lo iba repitiendo”, recordaba Pau Vidal.
También fueron rectores los padres Giol, Esteban, Padró, Henestrosa,... y otros jesuitas colaboraron como José I. González Faus, Quim Marcet o Josep F. Mària, que animó el esplai y el grupo de scouts. Pep Ricart ha estado presente en la parroquia durante casi 20 años hasta la actualidad. Su despedida ahora, 75 años después de la llegada del P. Artigues, cierra una etapa. "Pero no nos despedimos del barrio", ha explicado el delegado de los Jesuitas en Cataluña.
La misa acabó con los gozos de Sant Pere Claver y un rato de encuentro para recordar la riqueza de dones que ha producido la relación entre el barrio y la Compañía de Jesús. Los jesuitas que participaron también agradecieron a los rectores del Poble-Sec que organizaran un acto tan entrañable.
Foto: Agustí Codinach - Catalunya Cristiana