"Me apunté sin tener ni idea de dónde iba y he salido muy contento". Lo dice uno de los jóvenes que ha realizado la experiencia de los Ejercicios Espirituales para jóvenes en Manresa desde el 27 hasta el 31 de diciembre. Han sido unos días de silencio, oración, instrospección y reflexión, para tomar fuerzas para el nuevo año, pero también para agradecer, como destaca otra de las participantes, “lo bueno que me ha pasado últimamente en la vida”.
El grupo ha reunido a una veintena de jóvenes, entre ellos algunos estudiantes y otros ya en la plena vida profesional. Algunos de ellos forman parte de los grupos del Casal Loiola, pero han participado personas de otros grupos o comunidades. En general, llegan a la búsqueda de una parada, de una desconexión del ritmo trepidante, de poder entrar a fondo en la oración y en la voluntad de Dios.
¿Qué tienen de especial estos Ejercicios para jóvenes, que se realizan en medio de las vacaciones de Navidad? El equipo de acompañantes, formado en esta ocasión por Alexis Bueno SJ, Silvestre Falguera SJ y Glòria Andrés, nos explica que se trata, sobre todo, de ofrecer una iniciación a la experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio dirigida especialmente a jóvenes de entre 18 y 30 años. “Es necesario no dar nada por supuesto, sino ser muy pedagógicos: ayudar a entrar en la oración ignaciana a quien quizá tenga poca o nula experiencia de ella”. De hecho, algunos de los participantes reconocen que estos días les han ayudado a encontrar una nueva manera de hacer oración o reencontrar y recuperar una experiencia espiritual que habían tenido años atrás.
Todos los jóvenes que han realizado estos Ejercicios hacen una valoración muy positiva. Están muy agradecidos y contentos de la experiencia vivida, que por lo general va mucho más allá de lo que esperaban al llegar. El ambiente ha sido magnífico, dicen los organizadores y "aunque es una experiencia que se hace en silencio (comidas incluidas, con música en el comedor), lo cierto es que se crea una verdadera comunidad orante". Después de cenar hay un momento de conversación espiritual sobre lo que se va viviendo, que ayuda mucho a todos. Por eso los participantes recomiendan la experiencia y animan a apuntarse a quien se encuentre en un momento de cambio en su vida o necesite hacer un momento de desconexión.
La convocatoria de Ejercicios Espirituales para Jóvenes se realiza habitualmente dos veces al año, durante las vacaciones de Navidad, ya finales de agosto.