Los paisajes, los colores y las aguas tranquilas del valle del río Baztan, en el Prepirineo navarro y en el entorno del albergue de Lamiarrita, fueron de nuevo en verano el escenario de los Ejercicios Espirituales que reúnen a diversas personas, laicos y jesuitas, implicados en la misión obrera y en el acompañamiento de colectivos vulnerables.
Este año el encuentro contó con 18 participantes de diferentes ciudades españolas, entre ellos cinco compañeros jesuitas. El grupo incluía a varios representantes de la Plataforma Apostólica de Cataluña.
En esta ocasión, Laura Rius, responsable del Área de Espiritualidad (EIDES) de Cristianisme i Justícia, acompañó los Ejercicios Espirituales. Uno de los ejes de reflexión fue la reconciliación, tema que se pudo abordar a partir de la intervención de Aitziber Blanco, activista por la reconciliación de las comunidades heridas por el conflicto vasco, que busca siempre de forma comunitaria procesos de justicia restaurativa entre los grupos, víctimas y victimarios, de distintos pueblos de la geografía vasca. “La verdad es que nos conmovió conocer este esfuerzo, silencioso y tenaz, por reencontrar la fraternidad perdida”, comenta Ramir Pàmpols, jesuita catalán que participó en el encuentro.
También se presentó la experiencia en el ámbito de la pastoral penitenciaria de tres de los participantes, que acompañan a internos de tres cárceles: en Oviedo, en Martorell (Brians 2) y en Tarragona. Estos testimonios pusieron de manifiesto la necesidad de dar a conocer los aciertos y la problemática de los centros penitenciarios que trabajan con este colectivo humano, mujeres y hombres, a menudo ignorados, en ocasiones voluntariamente, por el resto de la ciudadanía.