Ha fallecido el jesuita Natxo Velasco, después de una vida dedicada al barrio de Bellvitge

El pasado viernes 26 de julio falleció en Sant Cugat del Vallès Ignasi Velasco, jesuita de 89 años que estuvo estrechamente vinculado durante más de 50 años al barrio de Bellvitge de L’Hospitalet de Llobregat.

Nacido en Barcelona en 1935, ingresó en la Compañía de Jesús en 1954. Se ordenó sacerdote en Barcelona en julio de 1967 y realizó sus votos definitivos en 1973.

Natxo Velasco estudió psicopedagogía en Madrid a principios de los años 60, y ya mientras estudiaba teología en Sant Cugat, surgió en él y en un grupo de compañeros jesuitas la inquietud de dedicarse a la educación, pero querían hacerlo en la periferia de la ciudad. Así que en 1968 se instaló, junto a algunos compañeros, en un piso alquilado en el barrio de Bellvitge, en L’Hospitalet de Llobregat. Allí vivió hasta hace apenas un mes. Trabajó en la escuela Joan XXIII, en la parroquia de Nuestra Señora de Bellvitge y colaboró en diversos proyectos y entidades sociales.

Precisamente, en reconocimiento a su trayectoria en el barrio, el pasado mes de diciembre la escuela Jesuïtes Bellvitge-Centre d’Estudis Joan XXIII le rindió un emotivo homenaje, lleno de cariño y admiración. “Natxo representa la historia viva de la escuela Joan XXIII”, dijo entonces la directora general de Jesuïtes Bellvitge, Núria Gonzalo.

Cuando Natxo Velasco llegó a Bellvitge, en 1968, muchas familias procedentes de diferentes lugares de España se estaban instalando allí para trabajar en las fábricas del cinturón industrial de la ciudad. Era un barrio sin equipamientos ni servicios. “Queríamos crecer con el barrio”, explicaba él mismo al recordar aquellos tiempos. Y así, él y sus compañeros jesuitas se pusieron a trabajar codo con codo con los vecinos y vecinas, implicándose en la vida del barrio, trabajando y conviviendo, promoviendo iniciativas socioeducativas, comprometidos con la construcción y con las personas más desfavorecidas. Un primer parvulario para 15 niños en un local reformado por las propias familias fue el inicio de lo que más adelante sería el colegio Joan XXIII. La educación de niños y jóvenes fue siempre una prioridad clara para Natxo, que luchó por la igualdad de oportunidades para todos. “¿Qué ha representado para mí estar en este barrio? Una vida dedicada a los jóvenes”, explicaba en una entrevista.

Su compromiso social lo llevó a estar junto a las personas que más lo necesitaban, participando en diversos proyectos y entidades sociales como las fundaciones Èxit o AFMA. También en la Fundació La Vinya, que en estos días le ha despedido recordando su cercanía, su sonrisa y su humildad, así como su apoyo inestimable en la acogida y la ayuda fraterna.

Natxo Velasco se quedó en Bellvitge, donde desarrolló toda su trayectoria como jesuita. En la escuela, en la parroquia, acompañando a vecinos y vecinas y haciendo vida de barrio. Una vida de barrio que, como explicó Carles Marcet en la homilía de su despedida el pasado domingo 27 de julio, trató de mantener hasta el final, a pesar de la debilidad y las limitaciones de la enfermedad. “Vida de calle, de barrio, de conversaciones con la gente, de desayunos con otros, de asistencia a actos de la parroquia o del Joan XXIII, de celebrar la Eucaristía mientras pudo...”, recordaba Carles Marcet.

Momentos que también le permitieron recibir el reconocimiento por su compromiso y ver, con satisfacción, sus frutos. Es ejemplo de ello la anécdota que contó Carles Marcet en la homilía: “Un día volvió a casa emocionado de alegría. En la parada del autobús, un chico —que era el conductor— lo miró y le dijo: ‘¿Usted es Natxo, verdad?’. Era un antiguo alumno de la Fundació Èxit a quien Natxo había acompañado en su proceso de inserción laboral. ¡Ahora tenía un buen trabajo! ¡Qué alegría tuvo Natxo! Aquel momento se convirtió en un sacramento: un signo exitoso de lo que había sido toda su vida, una lucha por ayudar a los jóvenes y a las personas más vulnerables a encontrar su lugar en el mundo, un trabajo digno, la posibilidad de desarrollar todos sus talentos.”