Los días 22 y 23 de marzo un grupo de jóvenes peregrinarán de Montserrat a Manresa, recordando la experiencia que Ignacio de Loyola hizo en 1522. Esta actividad la organizan los Jesuitas de Cataluña desde hace años. Isabel Pera es una de las personas que ha participado y ha explicado su experiencia en esta entrevista publicada recientemente en la Hoja Dominical del Arzobispado de Barcelona.
¿Qué significa para ti esta peregrinación? Encuentro, oración, paz, ilusión, naturaleza, alegría y pararme para tomar conciencia del momento-inicio de la primavera y de la Semana Santa. Es una experiencia que intento repetir por muchas razones: la oración, el contacto con la naturaleza...
¿En qué te fortalece espiritualmente? Se comienza de una manera y se termina renovado, con un nuevo impulso vital. Al llegar a Montserrat reina un silencio que ayuda a encontrar el silencio que también existe dentro de nosotros, escondido. La vigilia de oración del viernes te conecta contigo, con los demás y con Dios de una manera muy especial. Recomiendo esta experiencia porque es una serie de momentos únicos que son un auténtico regalo.
¿Por qué ayuda a afrontar decisiones de la vida? La peregrinación revive los pasos de San Ignacio y también la evolución personal que hizo a lo largo del recorrido: como supo despojarse de lo externo y superficial para encontrar lo más auténtico en él mismo, su vocación vital y lo la vida esperaba de él. Revivir este camino puede ayudar a afrontar decisiones de la propia vida desde un nuevo ángulo, más esencial y lúcido.
Las inscripciones para esta actividad están abiertas hasta el 18 de marzo.