Los días 24 y 25 de marzo se convoca un año más la vigilia de oración de San Ignacio en Montserrat y la peregrinación hasta Manresa. Se trata de una actividad que organizan los Jesuitas de Cataluña, recordando la experiencia que Ignacio de Loyola en el año 1522. Los participantes harán una vigilia de oración en Montserrat, el viernes por la noche, y al día siguiente bajarán a pie hasta Manresa, donde se hará también una oración en la Cueva de San Ignacio.
El jesuita David Guindulain, que coordina esta actividad, explica que esta experiencia la definen tres símbolos. Por un lado el camino, que representa una apertura a la novedad; en segundo lugar el despojamiento interior y la libertad, con el gesto que hizo Ignacio de dejar en Montserrat sus armas de caballero; y finalmente el gesto concreto de dar sus trajes de caballero a un pobre. "Es un camino que transforma la vida", explica Guindulain, "e invitamos a las personas que participan en entrar en este simbolismo a partir de su experiencia".Isabel Pera, una de las participantes en ediciones anteriores, coincide en señalar que es un camino transformador: "uno la comienza de una manera y la termina renovado, con un nuevo impulso vital". Así como Ignacio supo despojarse de lo externo y superficial para encontrar lo más auténtico en él mismo, considera que "revivir este camino puede ayudar a afrontar decisiones de la propia vida desde un nuevo ángulo, más esencial y lúcido”.
Otro de los aspectos importantes de la experiencia es la oportunidad de compartirla con los demás. "A menudo gente que no se conocía antes, se encuentran unidos por el deseo de vivir y traducen este camino de Ignacio", explica David Guindulain. "Compartimos historias de vida, momentos vitales, impresiones. Sentimos complicidades", dicen los participantes.
Las inscripciones para la próxima edición de la Vigilia Montserrat-Manresa están abiertas. Más información en este enlace.