¿Cómo se pueden dar los Ejercicios Espirituales en los márgenes sociales, con los más pobres y desplazados de la sociedad? ¿Qué cambios provoca esta perspectiva? Estas son algunas cuestiones que han centrado este martes la segunda jornada del Simposio Internacional sobre los Ejercicios Espirituales que se celebra durante esta semana en el Centro de Espiritualidad de la Cova Sant Ignasi de Manresa, que reúne a más de 80 personas presencialmente y 200 en la modalidad online.
Las experiencias y reflexiones que se han presentado a lo largo del día han puesto en relación la primera y la segunda preferencias apostólicas universales de la Compañía de Jesús, dedicadas, respectivamente, a mostrar el camino hacia Dios a través de los Ejercicios Espirituales y a caminar al lado de los excluidos.
La ponencia marco que ha abierto esta segunda jornada ha estado a cargo de Dan Hartnett, jesuita, miembro del Instituto de Liderazgo Pastoral y sacerdote en la prisión de Chicago. Hartnett ha hablado desde la propia experiencia, especialmente en su etapa en Perú durante muchos años, en uno de los barrios más pobres de Lima. Una experiencia que ha marcado, como él mismo explica, su forma de ver la Iglesia, la Compañía y los Ejercicios Espirituales.
Desde la necesidad en estos contextos de acompañar a las personas en sus luchas por una vida digna, y el reconocimiento de la justicia como dimensión constitutiva de la propia misión de la Iglesia y la Compañía de Jesús, Hartnett añade la importancia del encuentro y la relación humana en cualquier esfuerzo por convertir el mundo en un hogar para todos y todas.
En este sentido, la aportación de los Ejercicios Espirituales es muy importante, porqué es en el terreno de la espiritualidad donde nos encontramos todos y todas en situación de igualdad: hijos y hijas de Dios, en una igualdad radical.
El ponente ha recorrido los diversos momentos del proceso de los Ejercicios Espirituales señalando, a partir de la propia experiencia, lo que sucede cuando se hacen en contextos de exclusión y pobreza. El resultado es que se pasa de hacer los Ejerciciones para estas personas, a hacerlos desde ellas y con ellas, con un nuevo acercamiento por parte de quién los acompaña, un nuevo punto de vista que pone en marcha un proceso que nos permite trabajar para esta cultura del encuentro.
Las tres comunicaciones que se han podido escuchar después han mostrado algunos de estos aspectos a partir de experiencias muy concretas. Franck Janin, jesuita, presidente de la Conferencia de Provinciales de Europa ha presentado los Ejercicios de Reconciliación realizados en Ruanda y cómo permitieron abrir un espacio a la escucha del otro para caminar hacia la reconciliación. Por su parte, Ramon y Sandra Corona, formadores de acompañantes, han hablado desde la realidad vivida en San Diego, con migrantes latinoamericanos, y de qué forma adquiere importancia la forma en qué se proponen los Ejercicios, incorporando formatos con música, poesía o relatos, y facilitando el acompañamiento a través de medios como las aplicaciones de mensajería de móvil. Finalmente, ha sido Sacha Bermudez-Goldman, jesuita y asistente de la pastoral de jóvenes adultos en la Provincia de Australia quién ha explicado la experiencia de los Ejercicios Espirituales entre población desplazada y refugiada, y cómo fueron las mismas personas desplazadas que pusieron de relieve la necesidad de ofrecer alguna cosa distinta, adaptada a su realidad.
Por la tarde, en el posterior trabajo en grups y puesta en común, se ha tratado de recoger qué significa acompañar desde los márgenes sociales y cuáles son los elementos de los Ejercicios que lo pueden propiciar. Al mismo tiempo ha surgido la inquietud sobre si existen no-lugares para los Ejercicios, es decir, lugares donde no existe la posibilidad por la precariedad de la situación. Se ha puesto también atención en la transformación que representa para quién los acompaña.
La Eucaristía al finalizar el día ha sido bellamente preparada por tres miembros del grupo itinerante de la Amazonía y ha permitido una celebración litúrgica con un fuerte componente comunitario, incorporando la cosmovisión de los pueblos originarios llena de ricos símbolos, gestos, movimientos y danza.
Tras la cena se han ofrecido 4 breves comunicaciones: 2 presentaciones de libros y dos ejemplos de aplicaciones de algunos aspectos de los Ejercicios Espirituales en contextos de acompañamiento de jóvenes. El Simposio sigue el miércoles, su tercer día, con una jornada de visita orante a los lugares ignacianos de Montserrat y Manresa, lugares fundantes para Ignacio y los Ejercicios.