Un espacio de meditación cristiana para niños/as y adolescentes. Es una nueva propuesta en la iglesia de los Jesuitas de Casp, que nace del impulso de un grupo de familias del equipo de la Eucaristía familiar y que ha sido acogida desde la pastoral de la escuela Jesuïtes Casp. Se trata de una actividad abierta a todo el mundo, de entre 10 y 20 minutos de duración, en la que los niños/as y jóvenes se inician en la práctica de la meditación, siguiendo una metodología universal que ayuda al crecimiento espiritual de los chicos y chicas de estas edades; a descubrir su interior, la importancia de la tranquilidad y el encuentro con Jesús.
Crear un ambiente adecuado es importante. Los participantes se sientan en círculo alrededor de una vela, suena una música suave que va desapareciendo cuando todo el mundo ya se sienta y está calmado, y se hace una introducción para ir pausando la mente y entrar en quietud.
Marta, madre y médica, forma parte del grupo de meditación contemplativa de la Comunidad Mundial de Meditación Cristiana (WCCM) de Barcelona. Y es a partir de la propia experiencia que se animó a proponer la creación de este grupo, que ahora impulsa y conduce. “Hablamos de la presencia de Jesús entre nosotros, hacemos ejercicios de respiración y relajación corporal, leemos algún relato, repetimos unas palabras… Es una introducción al uso del Mantra. Al finalizar, muchos días pedimos que cada uno diga una palabra que resuma la experiencia, y éste es un momento muy bonito porque todos agradecen de corazón la paz, tranquilidad, amistad, relajación, calma, serenidad...”
No se nos escapa la necesidad que tienen nuestros jóvenes de encontrar momentos de desaceleración. “En la vida tan activa que llevamos y adictos como somos tan adultos como jóvenes a las herramientas digitales, la posibilidad de un rato de silencio, quietud y calma no tiene precio. Además, el encuentro contigo mismo y con Dios durante el rato de la meditación te va ayudando a cambiar aspectos de tu cotidianidad.”
Es una propuesta que se presenta como meditación cristiana, aunque la meditación es una práctica presente en todas las tradiciones religiosas y también practicada por no creyentes. “La meditación contemplativa”, explica Marta Serrallonga, “la hacía Jesús cuando se retiraba a rezar al desierto, y la hacían las madres y padres del desierto en la tradición cristiana de los siglos III y IV. La Comunidad Mundial de la Meditación Cristiana fue fundada por John Main en el siglo XX, y es gracias a él que su práctica está cada vez más extendida en todo el mundo”.
Pueden participar niños sin límite de edad. "Nuestro grupo es heterogéneo y actualmente cuenta con niños y adolescentes de los 6 a los 15 años". Aunque esta actividad se ha iniciado condicionada por el contexto de la pandemia, con las dificultades y limitaciones que esto comporta, el grupo ha ido creciendo y la valoración es buena. El proyecto es, en el futuro, repartir a los participantes en dos grupos, separando a los niños/as de primaria y los jóvenes de secundaria, para orientar la actividad de una forma más ajustada a cada edad y también contar con más personas que puedan ayudar a conducir los grupos, para poder ofrecer esta posibilidad a colegios y otros espacios. En cualquier caso, Marta insiste en que es importante tener claro que “no se trata de una actividad extraescolar: es una actividad libre, en la que no se enseña a meditar sino que meditamos juntos”.
La actividad se realiza en diferentes espacios de la Iglesia del Sagrado Corazón – Jesuitas de Casp, el primer y tercer domingo de mes a partir de las 18:40h. Al finalizar, cada domingo se celebra la Eucaristía Familiar, a las 19:30h. Además, el cuarto domingo de mes se abre el patio del colegio para que los niños/as y adolescentes puedan jugar y conocerse (acceso por la puerta de la calle Pau Claris).
Para más información se puede contactar con martaserrallonga@gmail.com y odea.greg@gmail.com.