Recrear un espacio de oración como el que tuvo San Ignacio en la Coveta, es decir, con vistas a la montaña de Montserrat. Esta ha sido la motivación que ha llevado a la construcción del nuevo Oratorio Montserrat, situado en los jardines del Centre d’Espiritualitat Cova Sant Ignasi de Manresa.
El oratorio se inauguró el día de San Ignacio, el pasado 31 de julio, aunque por la situación sanitaria, de momento su uso ha sido limitado. Se trata de un nuevo espacio para el silencio, la oración y la espiritualidad. Tiene capacidad para unas 50 personas y queda semienterrado e integrado bajo los jardines del Centro. Cuenta con unas espectaculares vistas de Montserrat, gracias a un gran ventanal de vidrio. Un lugar que, justo ahora que estamos cerca de celebrar los 500 años de la experiencia que San Ignacio vivió en Manresa, recuerda el espacio donde oraba el santo, mirando hacia la montaña.
"San Ignacio en la Cueva se le suele representar girado hacia la montaña", nos cuenta David Guindulain, jesuita de la comunidad de Manresa. Pero con la reforma de la Coveta, hace cinco años, no fue posible abrir un lateral que permitiera orar viendo la montaña de Montserrat. Ahora, el nuevo oratorio lo hace posible y ofrece al centro de espiritualidad un espacio más donde se podrán llevar a cabo actividades diversas.
"Más que la montaña de Montserrat, San Ignacio se gira hacia la Virgen de Montserrat que le va dictando el libro de los Ejercicios", dice Guindulain. En efecto, Manresa no se entiende sin este paisaje y el influjo de la Moreneta . "San Ignacio en su paso por la ciudad también debió sentir la inspiración de la Madre que lo pone con su Hijo. Así también, los que se acercan a la cueva para revivir la experiencia del Santo encuentran también el apoyo de Santa María".