Alícia Guidonet: diez años haciendo posible la utopía del diálogo

Alicia Guidonet ha estado al frente, durante 10 años, del Espacio Interreligioso de la Fundación Migra Studium, un proyecto único en la ciudad, donde niños, jóvenes y adultos han podido experimentar el diálogo entre religiones y convicciones como una vivencia, no de forma teórica. Movida por la búsqueda espiritual y el compromiso educativo, Alicia ha hecho de este espacio un hogar, una escuela y un territorio compartido por miles de personas que, como ella, buscaban algo más profundo: acogida, sentido, humanidad.

Ahora Alicia cierra una etapa y deja este proyecto, pero no cambia de camino. Su congregación la ha invitado a acompañar una escuela en Valencia, en un barrio con gran diversidad religiosa y cultural. Lo ve como un nuevo capítulo del mismo viaje. “No me voy, continúo caminando. Siento mucha gratitud, mucha felicidad por lo que dejo y por lo que viene”, explica.

Con serenidad y libertad, se despide de su trabajo en Migra Studium como quien sabe que ha amado, ha servido y ha dejado una huella profunda. “Me gustaría haber dejado esto: cariño, facilitación y paz. Que las personas que han pasado por el Espacio se hayan sentido acogidas y acompañadas”, dice Alicia.

A lo largo de este tiempo ha contribuido a transformar el proyecto: hacerlo más inclusivo, más sensible a las diversas espiritualidades y también a aquellas personas que, sin practicar una religión, intuyen una dimensión espiritual dentro de sí. Ha incorporado nuevas lecturas, nuevos lenguajes, nuevos materiales. Ha alfabetizado en cultura religiosa a cientos de escolares que desconocían incluso los elementos básicos del cristianismo. Ha tejido vínculos con escuelas, comunidades religiosas, voluntariado, instituciones públicas, y ha construido red desde un lugar profundamente sencillo y acogedor.

Acompañando a niños, jóvenes, voluntariado, profesorado y personas en prácticas, ha descubierto que la educación y la relación son herramientas poderosas para humanizar un mundo cada vez más polarizado, tecnificado y superficial. En sus propias palabras, “el Espacio es una isla. Una isla pequeña, pero resistente, donde todavía es posible hablar, escuchar, hacer preguntas y construir pensamiento.”

El relevo al frente del proyecto lo asume Alba Pàmies, una mujer joven, con experiencia en el ámbito educativo, pastoral y en el trabajo con niños y jóvenes.

Antes de marcharse, la Fundació Migra Studium ha publicado esta entrevista con Alícia. La podéis descargar y leer aquí.