Cuidar la dimensión comunitaria y reforzar la incidencia es clave para las entidades sociales

Cuidar la dimensión comunitaria y reforzar la incidencia es clave para continuar dando respuesta a los retos de las organizaciones sociales. Es uno de los aspectos que se puso de relieve en el encuentro de los equipos de las entidades del Sector Social de la Compañía de Jesús en Cataluña, que tuvo lugar en el mes de octubre en Sant Cugat.

Participaron más de un centenar de personas y el encuentro sirvió para compartir los pasos dados en los últimos meses en el proceso de reorganización del sector. Es un proceso que contribuirá a avanzar conjuntamente para fortalecer la acción de las entidades.

La jornada comenzó con una presentación que visibilizó la labor realizada desde las distintas entidades y que se concreta en una misión amplia que incluye procesos socioeducativos, acogida y hospitalidad para personas migrantes, inclusión de personas sin hogar y una firme voluntad de transformación social. La Vinya (L’Hospitalet), Migra Studium (Barcelona), Arrels Sant Ignasi (Lleida), La Salut Alta y Centre Sant Jaume (Badalona) son prueba de un arraigo territorial que busca avanzar conjuntamente hacia un nuevo nosotros más fuerte y coordinado.

El encuentro contó con la valiosa aportación de Núria Núñez, trabajadora social y responsable de formación de Cáritas Diocesana de Terrassa, que compartió las conclusiones del Informe FOESSA 2025, destacando algunas cuestiones en relación con la realidad social catalana.

Pese a la recuperación económica general, la desigualdad persiste en Cataluña, donde la exclusión social no solo no desaparece, sino que todavía afecta a 1,4 millones de personas, y es especialmente grave para las personas de origen extracomunitario, para las cuales la exclusión se triplica. Esta fragilidad se transmite entre generaciones, ya que las dificultades económicas familiares duplican la probabilidad de caer en la exclusión futura. La participación en actividades extraescolares se convierte en un factor decisivo para romper este círculo vicioso. A esta problemática se suma una emergencia habitacional crítica que atenta directamente contra la dignidad, la salud mental y el bienestar de las familias. Para hacer frente a esta realidad compleja, insistió en la necesidad de cuidar la dimensión comunitaria, reforzar la incidencia política y trabajar con indignación y esperanza activa.

La reflexión compartida tras la charla sirvió para confirmar la relevancia de continuar acompañando procesos socioeducativos, de inclusión y de hospitalidad, así como de fortalecer la capacidad de sensibilización y de incidencia. Contar con una base social comunitaria permitirá continuar dando respuesta a la realidad local en la que se encuentra cada una de nuestras entidades.

También participó Luis Arancibia, delegado del Sector Social de la Compañía de Jesús en España, con quien los equipos de las entidades pudieron conversar sobre el proceso de reorganización del sector y cómo se irá concretando en el día a día. Antes de cerrar el encuentro, se realizó un acto cargado de compromiso: una acción simbólica por la paz y por el fin del genocidio en Gaza, dinamizada por el equipo de la Fundación La Vinya.

Encuentros como este facilitan la cohesión y el espíritu de familia que se busca reforzar entre todas las entidades de la red.