El 23 de abril, Catalunya celebra una de las jornadas más especiales del calendario: Sant Jordi. La tradición de regalar una rosa a las personas queridas es un gesto cargado de significado y simbolismo. Sin embargo, también hay una realidad que nos invita a reflexionar sobre la sostenibilidad y el consumo responsable.
Fruto de esta reflexión, el grupo Eco-Missió Lleida propuso hacer un cambio en esta celebración y para lograrlo, ha reunido a la Comunitat Jesuïta Missió Lleida, que agrupa las diferentes entidades vinculadas a la misión de la Compañía de Jesús en Lleida. La iniciativa se ha concretado en la plantación de esquejes de rosas para venderlas en la Diada. Es una propuesta que pretende cambiar la manera en que pensamos y actuamos frente a la compra de rosas en esta jornada tan especial.
Un planteamiento sostenible: Consumo responsable
Cada año, se compran y se venden millones de rosas para la diada de Sant Jordi pero ¿cómo podemos garantizar que las rosas que consumimos sean realmente sostenibles? En este contexto, esta iniciativa busca fomentar el consumo más responsable, que respete el medio ambiente y las personas.
Muchas rosas provienen de países donde la mano de obra es más barata y no se exigen los estrictos requisitos medioambientales. Además, la floración de estas rosas a menudo conlleva el uso de plásticos, telas sintéticas y embalajes de un solo uso que generan una gran cantidad de residuos. De este modo, las rosas que compramos en el marco de la fiesta de Sant Jordi no solo tienen una vida efímera, sino que también cargan un considerable costo ambiental y social.
Este proyecto propone una alternativa sostenible, basada en la producción local, el cuidado de la tierra y el respeto por el medio ambiente. Cada rosa cultivada en los huertos de Rufea, un espacio en colaboración entre Arrels Sant Ignasi (entidad del sector social de la Compañía de Jesús) y Antisida, es una pequeña victoria en la lucha por una casa común más sana y más justa.
Ser y hacer comunidad: Un proyecto compartido
No es solo una cuestión de sostenibilidad ambiental, sino también de comunidad. A través de talleres y actividades conjuntas, los niños de l’Esplai la Plaça y l’Esplai Sant Ignasi junto con las personas acompañadas por Arrels Sant Ignasi, trabajan juntos para cultivar y cuidar los rosales. Se fomenta así la cohesión, la solidaridad y el sentimiento de comunidad entre las personas que participan.
La jornada de Sant Jordi es una oportunidad perfecta para ver los frutos de este trabajo. Las rosas se venden en diferentes puntos de la ciudad, ofreciendo una opción alternativa y más respetuosa con el medio ambiente a la ciudadanía de Lleida.
Un gesto que marca la diferencia
Con este proyecto se pone en práctica uno de los grandes valores de la misión Lleida: el cuidado de la casa común. No se trata solo de plantar rosas, sino de sembrar conciencia, de generar un cambio de mentalidad en la manera en que consumimos, vivimos y nos relacionamos con nuestro entorno. Además, cada rosa servirá para becar campamentos y actividades de ocio a niños y adolescentes.
Misión Lleida reúne las diferentes entidades vinculadas a la misión de la Compañía de Jesús en Lleida. Estas entidades son la Parroquia Sant Ignasi de Loiola, Arrels Sant Ignasi, CVX Xavier, el Santuari Sant Pere Claver de Verdú, los centros de ocio educativo (Esplai la Plaça, Esplai Sant Ignasi y Estiu Claver) y las comunidades religiosas de jesuitas y de las Hijas de Jesús.